A finales de marzo, el número de oficinas bancarias en Castilla-La Mancha se elevaba a 1.218 frente a las 1.306 del mismo mes de 2021, según los datos aportados por el Banco de España. A nivel nacional, eran 18.556 sucursales las abiertas al término del primer trimestre de este año, frente a las 21.901 de hace un año. En Castilla-La Mancha, Toledo contaba al pasado mes de marzo con 385 oficinas bancarias, seguida por Ciudad Real (297), Albacete (223), Cuenca (182) y Guadalajara (131).
Castilla-La Mancha ha sido una de las comunidades donde menor ha sido el recorte de oficinas respeto a otros territorios del Estado en los últimos doce meses. Aunque el cierre de oficinas se ha producido en todas las comunidades autónomas, en mayor grado ha afectado a Baleares (-19,9 %), Murcia (-19,7 %), Cataluña (- 19,4 %), Madrid (-18,5 %) y Castilla y León (-18,3 %), si se comparan los datos a cierre de marzo con los del mismo periodo de 2021. En donde menos se recorta la red de sucursales bancarias es Navarra (-5,9 %), Castilla-La Mancha (- 7,3 %) y Aragón (-7,9 %).
El número de oficinas bancarias en España ha continuado reduciéndose en el primer trimestre de este año, hasta situarse por debajo de las 19.000 sucursales a cierre de marzo, una cifra que no se registraba desde 1976, poco antes del comienzo de la serie histórica sobre la evolución de las oficinas en España en 1975. Esto supone que el número de sucursales se ha recortado en 548 entre finales de diciembre de 2021 y finales de marzo de este año, un 2,87 % menos, aunque si se compara con la situación del año pasado, cuando la red se componía por 21.901, el número de sucursales se ha reducido en 3.149 oficinas, un 14,5 % en términos interanuales. Con respecto al máximo histórico, de 46.118 oficinas a cierre de septiembre de 2008, el descenso es del 59,8 %.
Este recorte en sucursales es consecuencia de varios factores, entre ellos, la búsqueda de la banca por ganar en eficiencia, reduciendo costes, lo que ha llevado a varias de las grandes entidades españolas a aplicar importantes procesos de ajuste, particularmente en los últimos dos años, como es el caso de Santander, BBVA, CaixaBank o Sabadell.