La población de lince ibérico, que tiene cuatro núcleos de presencia estable en Castilla-La Mancha, ha alcanzado su máximo histórico con 1.668 ejemplares en la Península Ibérica, de los cuales 1.105 son adultos o sub-adultos y 563 son cachorros, aunque, a pesar de estos datos, la especie continua todavía en peligro de extinción.
La mayoría de los ejemplares (84,3%) se encuentran en España, distribuidos en seis núcleos de Andalucía, que acogen el 37,6 % total de la población, seguido de los cuatro núcleos de Castilla-La Mancha, con un 35 % de los linces, y Extremadura, con 195 ejemplares en cuatro núcleos de presencia estable.
El grupo de trabajo del lince ibérico (Lynx pardinus), coordinado por el Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO), ha publicado un informe con los resultados poblacionales del lince ibérico realizado en 2022 por las comunidades con presencia estable de la especie -Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura- y por las autoridades de Portugal.
El documento señala que en total existen 15 núcleos con presencia estable de linces en toda la Península Ibérica, siendo los más importantes los localizados en el entorno de Sierra Morena (782 linces), los Montes de Toledo (272), el Valle del Guadiana (261) y el área de Matachel en Extremadura (138). En Portugal, habitan 261 linces en el área del Valle del Guadiana, en tres subnúcleos diferentes (Mértola, Serpa y Alcoutim).
Respecto a los nacimientos, en 2022 se contabilizaron 563 de 326 hembras reproductoras; de esta manera, la productividad global, entendida como el número de cachorros nacidos por hembra reproductora o territorial, fue de 1,72.
De estos datos se obtiene que la población de lince ibérico ha alcanzado los 1.668 ejemplares en España y Portugal, el máximo numérico registrado desde que existen programas de conservación de la especie, lo que supone un "aumento muy significativo".
En este estudio, se han contabilizado más de 300 ejemplares nuevos respecto a 2021, siguiendo la tendencia de crecimiento continuada desde 2015, lo que permite ser "optimista", según el Miteco, que incide en continuar los esfuerzos, dado que la especie aún está considerada en "peligro de extinción” en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.