Hoy por hoy la inmensa mayoría de las familias en España cuentan con al menos un vehículo para desplazarse. Sin embargo, hace un siglo solo los más pudientes y privilegiados podían tener su propio coche.
El primer automóvil que se matriculó en nuestro país fue un Clement, que empezó a circular por Santa Catalina (Mallorca) en octubre de 1900, siendo José Sureda Fuentes su propietario. Ese mismo año, según los archivos de la DGT, poco después se matricularon otros dos coches más en España: otro Clement en Plasencia (Cáceres) y un Tourneau en Salamanca.
No sería hasta unos más tarde cuando se instauraron las matrículas provinciales, lo que ha permitido a la web especializada Motorpasion.com comprobar cuál fue el primer vehículo de motor que comenzó a circular por cada una de las provincias españolas.
En las cinco de Castilla-La Mancha fueron los siguientes:
- Albacete: un Charron tipo sedán matriculado el 12 de junio de 1908 en Almansa a nombre de Ernesto Coloma Martínez.
- Ciudad Real: un Panhard tipo faetón matriculado el 8 de noviembre de 1907 por el conde de Valdenagrana.
- Cuenca: un Bedford tipo doble faetón matriculado el 8 de agosto de 1911 por Eliceo González Mateo.
- Guadalajara: un Gagdeman tipo omnibus matriculado el 16 de agosto de 1907 en Baños de Trillo por Pedro García Badenas.
- Toledo: un Brillie tipo omnibus matriculado el 30 de octubre de 1906 por Luis de Hoyos y Sanz.