El Casco Histórico de Toledo conserva su esencia medieval y milenaria, pero también evoluciona constantemente adaptándose a los gustos y necesidades de la sociedad. Buena prueba de ello es la llegada al barrio de dos peculiares negocios en las últimas semanas.
En la arteria principal del Casco toledano, la transitada calle Comercio, abrió recientemente 'Royal Ducks', una tienda que vende únicamente patos de goma. De todos los colores, de varios tamaños y de los más variopintos estilos, eso sí. Los patitos pequeños cuestan 6,90 euros, los medianos 12,90 euros y los grandes 59,90 euros.
Un modelo de negocio que puede resultar chocante, pero que se ha puesto de moda en los últimos tiempos y que está proliferando en las ciudades más turísticas no solo de España, sino de Europa y de otras partes del mundo.
Parece ser que existe el suficiente número de personas dispuestas a gastarse parte de su dinero en coleccionar simpáticos patos de goma. Representan distintas profesiones (enfermera, marinero, etc.), estilos de vida e incluso otros animales.
Aunque un placer muy distinto al del coleccionista es el que proporciona otro comercio que abrirá sus puertas en los próximos días en la calle Tornerías, conocida popularmente en Toledo como calle de las pescaderías. Se trata de un sex shop llamado 'Kalila', con acceso restringido a mayores de 18 años.
En esta nueva tienda erótica del Casco Histórico toledano, personal especializado asesorará a los clientes y venderá toda clase de artículos relacionados con el placer sexual, desde juguetes hasta máscaras, productos íntimos, etc.
En su pequeño escaparate, contradiciendo a la famosa canción de la italiana Raffaella Carrà, aseguran que "para hacer bien el amor ya no hay que ir al sur".