El debate en el Pleno del Ayuntamiento de Toledo de la moción de Vox en el que se instaba a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha a declarar el Corpus Christi de Toledo Bien de Interés Cultural en la categoría inmaterial dejó momentos estelares.
El primero de ellos llegó cuando Txema Fernández, portavoz municipal de Izquierda Unida-Podemos en el Ayuntamiento de Toledo negaba que el Corpus formara parte de “la identidad cultural de la ciudad” como decía la moción. A su entender, al tratarse de una celebración religiosa solo concierne a los católicos, pero no a todos los toledanos.
Su argumentación fue contrarrestada por el portavoz de Vox, Juan María Marín que le recordó a Fernández que, aunque el acto central de Corpus es la procesión, en torno a ella hay actividades que no tienen nada que ver con el hecho religioso en clara referencia a la Tarasca, el pertiguero o la decoración floral de las calles.
Incluso Marín señaló que en la procesión participaba gente que no son católicos o incluso que muchos de los turistas que seguían la celebración tampoco lo eran. “Hasta compañeros suyos del Partido Comunista chino se han acercado a ver el Corpus”, ironizaba Marín.
Carcajadas en el Pleno
Hubo otro momento de hilaridad en el Pleno que desató las carcajadas de los munícipes. Fue cuando el concejal socialista Teo García recordó al propio Juan María Marín que entre “monaguillos no nos pisemos el hatillo”.
García se refería a que Marín sabía perfectamente por qué el primer intento en 2014 de declarar el Corpus Bien de Interés Cultural no llegó a buen puerto y, por tanto, criticó su falta de rigor. La razón, según el edil socialista, se debió a las “reticencias” de la diócesis toledana.
Asimismo, el edil socialista reveló en el Pleno la autoría intelectual de la moción, que atribuyó a Antonio Casado Poyales, que la remitió este mismo mes a todos los grupos. De esta manera, intentó restar protagonismo a Vox, que fue el que finalmente la elevó al Pleno. Unas argucias que García resumió en este chascarrillo.