Momento agridulce para Ana Bono, la hija menos mediática de Ana Rodríguez y el socialista José Bono, ex presidente de Castilla-La Mancha, ex ministro de Defensa y ex presidente del Congreso de lo Diputados. Y es que, según contaba El Mundo el pasado fin de semana, la joven lidia con una fuerte crisis en su relación con Gabriel Funes, el padre de la niña que la abogada dará a luz en los próximos días.

El Mundo, citando fuentes del círculo de la hija de Bono, asegura que la pareja hace cerca de tres meses que no convive: "Al poco de comenzar a salir, Ana acogió a Gabriel en su pequeño piso, en el madrileño barrio de Justicia, una de las zonas más exclusivas de la capital. Ya embarazada, le propuso a su chico buscar una casa más amplia a las afueras de Madrid, más cerca de su madre, Ana Rodríguez Mosquera, y de la vivienda que comparte su hermana Amelia con el músico Manuel Martos. Sin embargo, Gabriel siempre quiso quedarse en el centro de Madrid. Cuando las discusiones se sucedieron por otros motivos, ambos decidieron interrumpir la convivencia de mutuo acuerdo".

De hecho, el aparejador y actor de Alcalá de Henares que enamoró a Ana Bono ya no estuvo presente el pasado mes de mayo en el bautizo del cuarto vástago de su cuñada Amelia, la hija mayor del político socialista, y Manuel Martos, hijo del cantante Raphael.

"Ahora Ana está refugiada en su familia, puesto que, además, ha sufrido molestias en su embarazo. El tiempo dirá si el nacimiento de la bebé conseguirá acercar posiciones en la pareja, aunque la abogada y su chico tienen un verano por delante para analizar su situación sentimental con más calma y desconectar de sus frenéticas agendas", finaliza la información.

La abogada Ana Bono trabaja en los servicios jurídicos globales de Iberdrola, así como en los asuntos corporativos en EEUU de la empresa energética, desde marzo de 2016. Por su parte, Gabriel Funes compatibiliza su profesión de aparejador con colaboraciones con el periódico Sport y sus pinitos como modelo y actor.