La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMC) está investigando “irregularidades” en el sistema concesional de las líneas de autobuses interurbanas, varias de ellas con origen/destinos, o transcurren por Castilla-La Mancha.
El regulador se refiere a los concursos de las rutas de titularidad estatal, cuyos pliegos han sido recurridos, anulados y modificados una decena de veces por falta de objetividad y transparencia. Las líneas que afectan a Castilla-La Mancha y llevan más de tres años caducadas son Madrid-Toledo (operada por Alsa); Lérida-Molina de Aragón por Zaragoza (Agreda); Madrid-Toledo por Valmojado (Samar); Madrid-Fuensalida (Cevesa);Cuenca-Valencia-Albacete (Alsina); y Madrid-Casas Ibáñez-Las Lagunas (Samar). También la CNMC abrió expedientes contra los últimos pliegos aprobados para licitar la ruta Madrid- Toledo-Piedrabuena por “evitar la competencia efectiva en el mercado” y efectuó una serie de requerimientos para que se modificaran.
A la investigación de la CNMC se ha unido también la reclamación de Eurorutas, un grupo formado por unas 80 empresas de transporte de pasajeros, que además de interponer varias denuncias ante el organismo regulador, lo ha hecho también ante la Unión Europea para manifestar “alguna de las innumerables prácticas y actuaciones cuando menos irregulares habidas en el sector”.
En concreto, Eurorutas, que critica la “pasividad” de la patronal ante las “prácticas que atentan contra el libre mercado y coartan la libre competencia”, denuncia que la gestión por parte de Fomento de los concursos públicos concesionales de transporte de viajeros por carretera entre 2012 y 2019 ha estado marcado por la “discrecionalidad para determinar la mejor oferta”, “la falta de transparencia y objetividad” y el incumplimiento del principio de “no discriminación”. Competencia tiene ahora la obligación legal de investigar todas las denuncias