El homenaje que se prepara en Ciudad Real para el gran ingeniero manchego Mónico Sánchez
Ciudad Real dará a conocer el aporte a la ciencia del ingeniero manchego Mónico Sánchez, inventor del aparato portátil de rayos X y corrientes de alta frecuencia en 1909, con la celebración de una jornada de divulgación científica y técnica en la primavera del próximo año, justo cuando se cumplen 140 años de su nacimiento.
El profesor jubilado de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) Juan Pablo Rozas, que trabaja en una tesis sobre Mónico Sánchez, ha avanzado, en una entrevista con Europa Press, que Loterías y Apuestas del Estado tiene también previsto sacar un cupón dedicado a "su figura" en torno al mes de mayo.
Respecto a las jornadas, ha dicho que tendrán lugar a finales de abril o principios de mayo y, aunque no hay nada confirmado, le gustaría que se realizaran en el Teatro Quijano, para lo que ha pedido la colaboración tanto del Ayuntamiento de Ciudad Real como de la UCLM.
Natural de la localidad ciudadrealeña de Piedrabuena, Mónico Sánchez (1880-1961), de padre tejero y madre lavandera, comenzó a despuntar en el mundo de la ciencia desde muy pequeño gracias al papel "determinante" que Ruperto Villaverde, su maestro, desempeñó durante su infancia.
Villaverde logró, en palabras de Rozas, "mantener el interés por descubrir el mundo" en un pueblo "absolutamente rural" a finales del siglo XIX, hasta que con 14 años dejó la escuela para marcharse a Fuente el Fresno a trabajar y después a Madrid, no sin antes pasar por otras localidades.
En la capital española, que, a su vez, se hallaba inmersa en pleno proceso de implantación del alumbrado eléctrico y el tranvía, inició un curso por correspondencia de electricidad en inglés impartido desde Londres por el ingeniero Joseph Wetzler, ha relatado el investigador, quien ha destacado que Mónico Sánchez aprendió este idioma con la ayuda de un diccionario, si bien nunca "lo había hablado con nadie".
Con la ambición de desarrollar su vida en torno a la electricidad, Sánchez partió rumbo a Nueva York, ciudad a la que llegó el 12 de octubre de 1904 cuando tenía apenas 24 años, animado por el propio Wetzler.
Allí encontró empleo como ayudante de delineante y "poco a poco" fue "ascendiendo en la escala social" conforme su formación y su dominio del idioma se fueron perfeccionando. Además, puso en práctica los conocimientos sobre electricidad adquiridos en la Columbia University.
Rayos X
El descubrimiento más destacado de la trayectoria profesional de Mónico Sánchez es el aparato portátil de rayos X que, con una tecnología inventada por Nikola Tesla, funcionaba tanto en corriente continua como en alterna.
"Esto es importante", ha subrayado el profesor de la UCLM e ingeniero de telecomunicaciones, pues "a partir de aquel momento los médicos pudieron acudir a los domicilios con equipos de rayos X" sin importar el tipo de corriente eléctrica existente en cada vivienda.
Este ligero y polivalente invento, que en octubre cumplió 110 años, llegó a las zonas rurales de España, donde hasta la década de 1930 se vendieron más de 3.000 aparatos portátiles, pero también a Francia, país que adquirió sesenta unidades con las que equipó sus ambulancias durante la Primera Guerra Mundial.
Precisamente, la repercusión de su invento en Europa llevó a Mónico a pensar en regresar a España, en concreto a su Piedrabuena natal, municipio en el que mandó construir en 1913 un edificio de 3.500 metros cuadrados para albergar un laboratorio.
Entre los reconocimientos a su labor científica e investigadora, la Escola Livre de Engenharia do Rio de Janeiro le nombró Doctor Honoris Causa, recibió la Medalla de Oro de la Exposición Internacional de Barcelona de 1929 y le fue impuesta la Medalla de Oro de Ciudad Real en 1914.
Asimismo, colaboró en revistas técnicas nacionales y extranjeras e impartió numerosas conferencias, si bien con su aparato de rayos X, ha recalcado Juan Pablo Rozas, dio "un paso decisivo en la implantación de la radiología, en especial en las áreas rurales".