El Partido Popular ganó ampliamente las elecciones generales del 23-J en Castilla-La Mancha. Lo hizo en todas las provincias de la región, con una diferencia de cinco puntos sobre el PSOE y un margen de dos diputados por encima. La suma de la derecha, incluyendo al PP y Vox, supera con amplitud los resultados socialistas, como hemos venido informando. El PP obtuvo diez escaños y un 39 por ciento de los votos, frente a los ocho escaños del PSOE y un 34 por ciento, y los tres diputados de Vox, que se quedó en un 17 por ciento. Como suele ocurrir en las elecciones generales, el PP gana en Castilla-La Mancha, aunque luego pierda en las autonómicas, y lo contrario le pasa al PSOE, que gana las regionales, aunque luego pierda las nacionales.

Los resultados, ampliamente contados y analizados por EL ESPAÑOL EL DIGITAL CLM, parecen dejar claro que los electores castellano-manchegos tienen "dos almas" a la hora de votar, una más socialista cuando se trata de elecciones autonómicas y otra más popular cuando la votación es nacional. Obviamente, el factor diferencial entre uno y otro caso está en el perfil de los candidatos: es incuestionable el tirón político y personal del socialista Emiliano García-Page y eso marca la diferencia claramente entre los votantes castellano-manchegos. Antes había ocurrido exactamente lo mismo con José Bono. Es decir, el perfil personal es un elemento fundamental que los castellano-manchegos saben discriminar muy bien a la hora de acudir a las urnas: en mayo le dieron la mayoría absoluta al socialista Page y dos meses después le dan al PP una amplia mayoría con la que, de haberse producido en mayo, Paco Núñez, el líder regional de los populares, hubiera sido presidente de la Junta de Comunidades.

Este "doble voto" de los castellano-manchegos es un dato políticamente muy interesante que refleja no sólo una tendencia tradicional en la región, sino también una "inteligencia" electoral de los ciudadanos a la hora de escoger su papeleta y depositarla en la urna. Es sumamente significativo que este 23-J el PSOE, sin Page como candidato, haya perdido 11 puntos respecto a las autonómicas del 28 de mayo, con una subida del PP de 2,5 puntos en estas generales respecto a las regionales. Uno y otro partido bailan sus cifras en función de la convocatoria electoral de que se trate y esa es una particularidad muy propia de Castilla-La Mancha.