Juan Parada Henares, otrora presidente y consejero delegado de FBEX, la promotora que en 2005 inició la construcción y venta del edificio incendiado en Valencia, anunciaba como factor diferencial del inmueble de las dos torres unidas su fachada de metal. Una construcción que la hacía brillar por encima del resto de edificios circundantes, construidos con otro tipo de materiales. Otra hornada exitosa de FBEX, cuya actividad empresarial se concentraba principalmente en la promoción de primera vivienda en los cascos urbanos de diferentes localidades de Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia y Baleares, con una red en su máximo esplendor de 80 oficinas y 250 trabajadores.
Sin embargo, la firma catalana, dedicada también a la intermediación inmobiliaria, acabó cayendo tras el crash de 2008, dejando a su paso un reguero de deudas por valor de más de 600 millones de euros. Otra promotora que formó parte de la enorme lista de compañías del sector en España que en su época llegaron a suponer más del 10 % del producto interior bruto del país. Un catálogo del que solo quedan cenizas tras su liquidación como la propia FBEX, Reyal Urbis o Martinsa Fadesa, entre otras. Algunas otras todavía perviven tras haber sido rescatadas por bancos y fondos de inversión extranjeros tras el estallido de la burbuja, como son los casos de Colonial, Realia o Metrovacesa.
Una parte de esta burbuja se condimentaba con el mismo "perejil de todas las salas", es decir, Caja Castilla-La Mancha (CCM), soporte financiero imprescindible para el desarrollo de estas promociones. También, a la postre, motivo principal de la intervención de CCM por el Banco de España debido al elevado riesgo contraído en el sector inmobiliario, en el que también se incluía a FBEX. Un cliente importante para la extinta caja castellano-manchega hasta que la compañía, presidida entonces por el empresario catalán Juan Parada Henares, presentó concurso de acreedores en 2010 al no poder hacer frente a las deudas contraídas con la banca durante el boom inmobiliario. Entre sus principales acreedores, además de CCM, estaban Hacienda, Catalunya Caixa, BMN, Banco de Valencia, CAM y Popular, entidades extinguidas en algunos casos.
Finalmente, en noviembre de 2011, FBEX no alcanzó un acuerdo con los acreedores, a los que propuso una quita de la deuda del 85 % y cinco años de carencia de los 600 millones de la deuda en vigor. Posteriormente, la capitalización del pasivo en participaciones de la compañía. Tras la disconformidad de los demandantes, la Justicia dictó el auto de liquidación de la promotora e inició el proceso de venta y adjudicación de activos.
Años más tarde, según figura en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME), FBEX pasó definitivamente a la historia del "pelotazo" de este país al darse por concluido el concurso de acreedores de la sociedad. Actualmente, Juan Parada Henares figura como consejero delegado de Catalana Internacional de Valoraciones SA y es el administrador único de Nunda Project SL y Juanpar II SL.