"Salimos llevándonos las manos a la cabeza". Así ha recordado este jueves el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, un encuentro que hace años mantuvo junto al entonces presidente de la Junta de Comunidades, José Bono, con el presidente de México, Andrés López Obrador, que en aquella época era gobernador de México Distrito Federal.
En pleno conflicto diplomático de México con España por el desaire de la nueva presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, al no invitar al Rey Felipe VI a su toma de posesión, Page ha recordado este jueves en Toledo la anécdota de aquella reunión, en la que López Obrador citó a Bono y Page de madrugada: "Ya empezó raro, nos citó a las 6,30 de la mañana, tampoco había necesidad. Yo iba inquieto", ha dicho el presidente de Castilla-La Mancha.
Y las malas expectativas se confirmaron ya que López Obrador comenzó con un fuerte ataque a España, "nada más empezar" la reunión: "Odio a los españoles y odio a España. Nunca viajaré a España", afirmó López Obrador según el relato de Page de aquel encuentro. Después de eso, ha explicado el presidente de la Junta, "pensamos, ya está acabada la reunión, ya está acabada, pero Bono le echó paciencia y yo también".
"Salimos llevándonos las manos a la cabeza", ha dicho Page, quien luego supo que López Obrador "tenía insomnio crónico", sólo dormía tres horas y estaba operativo desde las cuatro de la mañana, de ahí que su cita junto a Bono fuera tan temprana. "Luego nos dijeron que da una rueda de prensa todos los días, incluida la Navidad, a las siete de la mañana", ha explicado el líder castellano-manchego.
"De manera que a mí no me sorprende nada", asegura Page en relación a López Obrador y las furibundas críticas que habitualmente suele lanzar contra España. "Quien reniega de su sangre tiene un problema patológico. Aquí llevamos sangre mezclada todas las sociedades del planeta. Y eso tiene la ventaja de que nos mezclamos, ahí está la riqueza", ha apuntado el presidente de Castilla-La Mancha.