La totalidad de Castilla-La Mancha respira aire contaminado
Los dos millones de habitantes de Castilla-La Mancha respiraron aire contaminado durante 2016. Al menos esa es la contundente y preocupante conclusión que se extrae del informe anual de Calidad del Aire que ha hecho público Ecologistas en Acción, que ha analizado los datos recogidos en 700 estaciones oficiales de medición instaladas en toda España, entre ellas 14 situadas en nuestra región.
El estudio de los ecologistas concluye que, durante el pasado año, "la totalidad de la población y del territorio de Castilla-La Mancha estuvieron expuestos a unos niveles de contaminación que superan las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS)", cuyos valores máximos recomendados toma como referencia el informe. Pero, es más, si se toman los valores límite establecidos por la normativa española y europea, más laxos que las recomendaciones de la OMS, "se podría decir igualmente que la totalidad de la población castellano-manchega respiró aire contaminado por encima de los límites legales".
"El cambio climático, el repunte del tráfico, el fraude en las emisiones de los automóviles y la apuesta por las energías sucias en detrimento de las renovables" son las causas que apuntan desde Ecologistas en Acción para analizar "un problema que afecta a la salud de la ciudadanía, pero también a los cultivos, bosques y espacios naturales".
Por si fuera poco, Ecologistas alerta de que "la superficie expuesta a niveles de contaminación que exceden de los legalmente permitidos para proteger los cultivos agrícolas y los ecosistemas naturales alcanzó 76.000 km2 durante 2016, la totalidad del territorio castellano-manchego con la excepción de la Comarca de Puertollano".
"La contaminación generada desde las principales ciudades, las autovías y autopistas y las zonas industriales del norte de Castilla-La Mancha y de Puertollano se extiende por el territorio regional afectando a zonas más alejadas y rurales en la forma de ozono troposférico", dicen los ecologistas, que explican que dicho componente "es el contaminante que presenta una mayor extensión y afección a la población castellano-manchega, presetando "concentraciones peligrosas para la salud humana y vegetal".
"Las partículas (PM10 y PM2,5) y el dióxido de azufre (SO2) en el aire también afectan a la práctica totalidad de la población de Castilla-La Mancha, con especial incidencia en la Comarca de Puertollano", alerta el informe, que añade que "siguen, por tanto, siendo una seria amenaza para la salud, a pesar de que el año pasado se recuperó la tendencia a la baja de estos contaminantes".
De hecho, lo único positivo para Castilla-La Mancha que se extrae del informe elaborado por Ecologistas en Acción es que durante el pasado año se produjo "una reducción general de los niveles de contaminación de partículas en suspensión (PM10 y PM2,5), dióxido de nitrógeno (NO2), ozono troposférico (O3) y dióxido de azufre (SO2), recuperando aparentemente la tendencia decreciente iniciada en 2008 con la crisis económica".
Incendio de Seseña
Por otra parte, los Ecologistas advierten que "como consecuencia del incendio en mayo de 2016 de decenas de miles de toneladas de neumáticos acumulados en un vertedero de neumáticos incontrolado entre los municipios de Seseña y Valdemoro, se liberó a la atmósfera una cantidad ingente de benceno y partículas con metales pesados e hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), que se depositaron en las urbanizaciones y suelos del entorno".
Según el estudio de la Cátedra de Toxicología y Salud Ambiental de la Universidad Rovira i Virgili, los niveles de HAP detectados en la urbanización más próxima, El Quiñón, "eran en junio de 2016 extraordinariamente altos, más de diez veces superiores a los de Tarragona, donde se halla el polígono petroquímico más importante del sur de Europa".
Posibles soluciones
Ecologistas en Acción defiende que "la contaminación del aire debería abordarse como un problema de primer orden" puesto que "cada año se registran más de 25.000 muertes prematuras en el Estado español por afecciones derivadas de la contaminación del aire, de acuerdo a las últimas estimaciones de la Agencia Europea de Medio Ambiente".
"Los costes sanitarios derivados de la contaminación atmosférica representan al menos 50.000 millones de dólares al año, un 3,5 % del PIB español, según el Banco Mundial, sin considerar el coste de los daños provocados sobre los cultivos y los ecosistemas naturales", recuerdan los ecologistas, que denuncian que "la información a la ciudadanía por parte de las administraciones públicas no es ni adecuada ni ajustada a la gravedad del problema".
"Los Planes de Mejora de la Calidad del Aire para reducir la contaminación son obligatorios según la legislación vigente. Pero, en el caso del ozono, la Junta de Castilla-La Mancha lleva años omitiendo la elaboración de dichos planes, resultando preceptivos en toda la región", señalan. "Únicamente hay planes de reducción para las partículas PM10 y SO2 en la zona de Puertollano. Se trata de una negligencia que está poniendo en peligro la salud de la población castellano-manchega", añaden.
Por último, Ecologistas en Acción asegura que "las principales vías de actuación para reducir la contaminación del aire son la disminución del tráfico motorizado, la reducción de la necesidad de movilidad y la potenciación del transporte público". "Es necesario, además, dar facilidades a la bicicleta en las ciudades, así como la adopción generalizada de las mejores técnicas industriales disponibles y la reducción drástica de la generación eléctrica por centrales térmicas", finalizan.