Gregorio explica los dos grandes ejes del nuevo plan contra la violencia machista
El nuevo plan contra la violencia machista aprobado en el Congreso de los Diputados se aplicará en Castilla-La Mancha con dos líneas de actuación principales: la educación de los jóvenes para prevenir situaciones de violencia futura y trabajar en favor de la igualdad de la mujer rural.
Así lo han manifestado el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, José Julián Gregorio, y la nueva directora de la Unidad de Coordinación de Violencia de Género de la Delegación del Gobierno, Asunción Reyes, en la reunión mantenida en Toledo con las cinco unidades provinciales.
Gregorio ha explicado que en la reunión también se analiza la coordinación con las otras administraciones y la puesta en práctica del Pacto Nacional contra la Violencia de Género aprobado en septiembre con 213 medidas para contribuir a erradicar la violencia machista.
La directora de la Unidad de Coordinación de Violencia de Género de Castilla-La Mancha, Asunción Reyes, ha explicado que una de las primeras medidas que tomarán está relacionada con la educación, para prevenir situaciones futuras de violencia machista, ya que es importante "enderezar el árbol" desde pequeño.
Para ello, van a colaborar con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y con todos los agentes sociales que intervienen en educación, en el plan director para la convivencia en los centros escolares y su entorno.
Así, aparte de trabajar en los aspectos más conocidos del plan de convivencia como es el acoso escolar o el abuso de alcohol y drogas, se busca "enseñar a los chicos, a los padres, a las AMPAS y a los profesionales a detectar las actitudes que puedan derivar en violencia de género", de manera que se hace hincapié en la prevención "para no llegar a situaciones de violencia contra la mujer".
Colaboración con Amfar y Afammer
Además, van a colaborar con las asociaciones de mujeres rurales Amfar y Afammer en favorecer la igualdad de la mujer en los pueblos de la región, sobre todo atendiendo en aquellas localidades donde no hay asociaciones de mujeres, para solventar las dudas o inquietudes y prestar ayuda.
Reyes ha explicado que es muy difícil establecer si hay más violencia de género en el medio rural porque se denuncia poco y, en ese sentido, ha recordado que, si no hay denuncias, no se pueden poner medidas de protección.
A través de las asociaciones de mujeres rurales se pretende ayudar a discernir qué es violencia machista porque "quizás haya mujeres mayores que estén acostumbradas a determinado tipo de vida o a cómo las han educado y que no saben a lo que se están enfrentando".
Reyes ha explicado que el plan a nivel nacional tiene un presupuesto de dos millones de euros que hay que repartir, y para eso hay que conocer cuáles son las necesidades de cada comunidad autónoma.
Por tanto, se hará un "mapeo" de los recursos de los que dispone Castilla-La Mancha para, una vez que se sepan cuáles son las carencias, solicitar la cuantía que sea necesaria en cada comunidad autónoma