Entra en prisión un hombre acusado de hacer el 'timo de la siembra' en Castilla-La Mancha
Agentes de la Policía Nacional de Cáceres han detenido el pasado 10 de agosto a un varón al que le constaban varias requisitorias policiales por delitos de estafa y hurto en las comunidades de Galicia, Aragón, Valencia, Castilla-La Mancha y Extremadura, tras lo que ha entrado en prisión.
De estos hechos se tuvo conocimiento a través de una llamada a la Sala del 091 de la Comisaría de Cáceres, en la que el requirente manifestaba ser agente de la Guardia Civil libre de servicio y tener localizado, en la Avenida de Portugal de la localidad, al presunto autor de varios hechos delictivos a través del procedimiento conocido como 'El timo de la siembra'.
Al lugar se desplazó una dotación de Policía Nacional que comprobó los hechos narrados en la llamada y procedió a la identificación del presunto responsable, que aportó una filiación con nacionalidad cubana pero sin documentos que lo acreditaran, motivo por el que fue trasladado hasta dependencias policiales para realizar las comprobaciones oportunas.
Una vez en comisaría se identificó plenamente a esta persona, la cual utilizaba varios nombres y diferentes nacionalidades con el fin obstaculizar la acción policial y judicial, según ha informado la Policía Nacional en nota de prensa.
Al detenido le constaban siete requisitorias policiales en las comunidades autónomas de Galicia, Aragón, Valencia, Castilla-La Mancha y Extremadura, como presunto autor de delitos contra el patrimonio, momento en el que la dotación policial procedió a la detención de esta persona.
El detenido, un varón de 55 años que cuenta con numerosos antecedentes por diferentes hechos delictivos, fue puesto a disposición de la Autoridad Judicial, quien decreto su ingreso en prisión.
El modus operandi del conocido como 'El timo de la siembra' consiste en distraer a la persona, normalmente de avanzada edad, que está realizando alguna gestión en un cajero automático o entidad bancaria.
Normalmente se dejan caer al suelo billetes de poco valor facial y se le pregunta a la víctima si son suyos, aprovechando los delincuentes para sustraer dinero, la tarjeta o cartilla y realizar extracciones posteriores en otros cajeros o entidades.