La presión interna a Casado aumenta por los audios de Cospedal y Villarejo
La situación de María Dolores de Cospedal en el PP es muy delicada. Al menos así lo cuenta el diario El Mundo, quien citando a fuentes del partido asegura que el sentimiento generalizado es de "vergüenza" por los últimos audios publicados con el comisario Villarejo en los que encarga investigar a su compañero de partido Javier Arenas y sus posteriores explicaciones en la Cadena Cope.
Con los nervios a flor de piel por estas grabaciones, las críticas internas empiezan a apuntar directamente a Pablo Casado. Su silencio este viernes en la intermunicipal del PP en Málaga no se comprendió, según este diario. "Es inexplicable, él se quejaba cuando lo hacía Rajoy". Tampoco que su número dos, Teodoro García Egea, insistiera en los argumentos de los últimos días. El secretario general se parapetó de nuevo en que las valoraciones realizadas por Cospedal se produjeron, según deslizó, después de que él la llamara. Y reiteró la idea de que Casado no tiene ninguna deuda con ella y que sólo se debe a los afiliados, en alusión a que su respaldo fue vital para que él ganara las primarias internas.
La realidad es que la dirección del PP está esperando, casi deseando, a que ella haga oficial su renuncia al escaño pero carece de garantías de cuándo se producirá ese paso. Fuentes del partido sostienen que Cospedal ha pedido "tiempo" para evitar una salida "indigna" y que, en principio, Casado se lo está concediendo aún a sabiendas de que puedan filtrarse otras conversaciones comprometedoras.
Las personas que la conocen bien destacan que es muy "soberbia" y dudan de que vaya a facilitar su marcha. Al contrario. Ni en el PP de Castilla-La Mancha ocultan su "tristeza" por este final ni el poco sentido de que pretenda continuar cuando su carrera política ha "terminado".
El 'fantasma' de Soraya
Ella es consciente de su situación, explican fuentes del PP, pero se resiste porque cree además que Soraya Sáenz de Santamaría "está detrás" de las filtraciones. Que agentes al servicio del CNI han hecho públicas las grabaciones. Ésta es la penúltima teoría de la conspiración en un PP que se ha desecho en cuitas internas. Aunque este viernes fuentes del PP ponían la mano en el fuego en que Rajoy nunca supo que Cospedal mandó espiar a Arenas. También están los que apuntan como su "gran error" que no interviniera para poner fin a la guerra con Santamaría.
Con muchos de los protagonistas fuera de escena, el PP mira a Casado como único encargado de solucionar esta crisis. La preocupación ha cundido en los territorios. "La corrupción nos ha matado y nos sigue matando", indicaba un dirigente. "Esto son votos para Ciudadanos, sólo tiene que esperar sentado en el sofá". Mayor aún es el malestar en Andalucía, con unas elecciones el 2 de diciembre. "Es imposible colocar un solo mensaje", subrayan.