La portavoz del PSOE regional, Cristina Maestre, ha señalado que destinará a una asociación feminista los 8.000 euros con los que el alcalde de Villares del Saz (Cuenca), José Luis Valladolid (PP), ha sido condenado a indemnizarla por llamarla "puta barata podemita" en las redes sociales.



A preguntas de los periodistas sobre la sentencia condenatoria de un juzgado de Daimiel, que se ha conocido este miércoles y que puede ser recurrida ante la Audiencia Provincial de Ciudad Real, Maestre ha asegurado que "sin estar contenta" porque es un asunto "sumamente desagradable", se siente "afortunada" por todo el apoyo que ha recibido desde que sufrió esta agresión verbal.



La dirigente socialista se ha acordado de todas aquellas mujeres que en su vida laboral o privada son sometidas a insultos para ser "silenciadas y humilladas" y que no tienen los recursos y apoyos suficientes para denunciar estos hechos y ha dicho que son "las verdaderas acreedoras de esta resolución".



Maestre, que les ha animado a denunciar estas situaciones, también ha lamentado que los políticos sean objeto de insultos en las redes sociales y ha añadido que su demanda perseguía, asimismo, que estos hechos no queden impunes.



Respecto a la cuantía de la indemnización, ha explicado que es "lo habitual", según una comparativa con casos y sentencias similares, y ha agregado que no lo va a destinar a nutrir sus rentas, sino a alguna asociación del ámbito feminista, "para las mujeres que no tengan ese apoyo cuando son insultadas y humilladas".



Preguntada también por si espera contar con la solidaridad de los compañeros de otros partidos, la portavoz del PSOE ha hecho hincapié en que el autor de dichos comentarios no le ha pedido perdón, aunque la práctica totalidad de dirigentes del PP afearon esa conducta y se solidarizaron con ella, al igual que el PSOE siempre condena esas conductas, "provengan de quien provengan y se dirijan a quien se dirijan".



Además, ha mostrado su gratitud a la entonces senadora del PP Carmen Riolobos porque fue la primera en llamarla, lo cual ha considerado "un gesto de solidaridad y complicidad entre mujeres".