El Confidencial publica este sábado un interesante reportaje sobre las grandes ausencias en la campaña electoral del 28-A, centrándose sobre todo en Podemos y en los problemas internos de esta formación que han llevado a que algunos dirigentes autonómicos dieran la espalda a los líderes nacionales del partido. Destacan entre ellos a la andaluza Teresa Rodríguez, que está de baja por maternidad, y a su marido, el alcalde de Cádiz, que no está de baja. Ninguno ha acompañado a Pablo Iglesias en sus visitas a aquella Comunidad.
Otra de las grandes ausencias citadas por El Confidencial es de Castilla-La Mancha. Se trata del líder Podemos en la región y vicepresidente del Gobierno regional, José García Molina, que no estuvo en el mitin electoral de Pablo Iglesias en Toledo el primer viernes de campaña. Molina excusó su ausencia por tener programado un viaje.
Considerado "pablista" hasta el último momento, explica EC, "las diferencias entre el primer y único cargo de Podemos en un cogobierno autonómico e Iglesias comenzaron a producirse cuando el secretario general castellano-manchego trató de impulsor la denominada 'Declaración de Toledo'. Un suerte de dirección colegiada y constituida de forma paralela a la dirección estatal, a la que se sumaron una decena de otros líderes territoriales, marcando distancias con las posiciones de máximos adoptadas tanto por Pablo Iglesias como por Íñigo Errejón para buscar una salida dialogada al conflicto que evitase la ruptura total tras la marcha del que fuera número dos del partido".
En el consejo ciudadano convocado de urgencia para abordar la crisis que se generó tras el salto del que fuera fundador del partido a Más Madrid, Molina desarrolló su propuesta para ayudar a reconstruir Podemos mediante la descentralización de la toma de decisiones y dejando en manos de cada territorio la elección de cómo, con quién y en qué formato acudir a las elecciones autonómicas del próximo 26 de mayo.
Molina sí cerró la campaña del cabeza de lista por Albacete, Fran Casamayor. Un acto en el que estuvo presente Ramón Espinar, quien dimitió como secretario general de Podemos en Madrid tras intentar salvar la situación estableciendo conversaciones discretas con el equipo de Errejón, pero finalmente dio un paso atrás porque "cuando no tienes margen para dirigir y no compartes el rumbo, te tienes que ir". La foto dice El Confidencial, podría ser "un presagio de lo que estaría por venir a partir del próximo lunes, con la sombra de un Vistalegre III su los resultados electorales relegan a Podemos a una posición secundaria".
Molina, en cualquier caso, ha hecho una campaña de perfil muy bajo, quizá reservándose para la nueva campaña que se avecina para las autonómicas, para las que él encabeza la candidatura de Unidas Podemos por Toledo a la Presidencia de la Junta mientras sigue formando parte del Gobierno socialista de Emiliano García-Page.