Los vilanos, o más conocida como pelusa algodonosa, ha comenzado a invadir parques y calles de Cuenca. Desde que cesaran las lluvias sobre la capital conquense y llegaran temperaturas más primaverales, está siendo habitual ver por la ciudad estos elementos que desprenden los chopos a mediados de primavera.
Así, zonas como el paseo fluvial del Júcar desde el Recreo Peral hasta el recinto ferial, parques como Santa Ana, San Fernando o Los Moralejos y sus calles más próximas, es donde mayor incidencia de esta pelusa algodonosa se puede encontrar.
Los vilanos, o pelusa algodonosa, es un proceso normal de los chopos que se denomina anemocoria. Así, esta pelusa ayuda a las semillas de los chopos, entre los meses de mayo y junio, a dispersarse por el viento y llegar más lejos, pudiendo colonizar diferentes lugares.