La Agencia del Agua de Castilla-La Mancha ha presentado observaciones a los documentos iniciales del ciclo de planificación hidrológica 2021-2027 de las demarcaciones del Tajo, Segura, Guadiana y Júcar con el objetivo de defender los intereses hídricos y salvaguardar los ecosistemas de la region.



Las observaciones realizadas ponen de manifiesto las carencias en cuanto al estudio medioambiental de la demarcación y el empleo de indicadores adecuados para su evaluación, ha informado una nota de la consejería de Fomento.



Entre los argumentos técnicos esgrimidos "se echa en falta la toma en consideración de la recuperación de costes medioambientales”, ha explicado el director gerente, Antonio Luengo, quien ha añadido la necesidad de abordar un estudio más detallado de las implicaciones del cambio climático en la planificación hidrológica.



Asimismo, en las observaciones se han planteado, también, la necesidad de modernizar regadíos tradicionales o de mantener un volumen de existencias en los embalses para la lucha contra los incendios forestales.



Luengo ha añadido que luego hay observaciones específicas para cada demarcación y que en la del Tajo se citan las recientes sentencias del Tribunal Supremo que impiden seguir postergando el cumplimiento de los objetivos medioambientales y obligan a implantar un régimen de caudales ecológicos en el río.



"Para ello es necesario modificar de manera inmediata la regla de explotación del trasvase Tajo-Segura, elevando el umbral no trasvasable y aumentando los desembalses desde cabecera", ha incidido, y también que no estiman el trasvase como presión de la demarcación del Tajo, pese a ser la extracción más significativa que soporta la cuenca.



En cuanto a las observaciones a la planificación de la demarcación del río Segura, ha apuntado que los documentos tramitados por el Ministerio "se limitan a dar una patada adelante a los problemas crónicos de la demarcación, agravándolos incluso".



"En su lugar, proponemos ir dando pasos decisivos hacia la reducción de la presión sobre los recursos hídricos, que actualmente alcanza valores inasumibles" ha remarcado.



Ha entendido que las necesidades de abastecimiento de la demarcación deben atenderse de forma prioritaria y con recursos propios, pues "es irreal seguir considerando el trasvase como la garantía para atender las necesidades de la cuenca.



"Por el contrario, ha esgrimido, es preciso eliminar la alusión al trasvase Tajo-Segura como solución al déficit hídrico de la demarcación".



En cuanto al Júcar, Luengo ha insistido en las cuencas intracomunitarias que "siguen englobadas en la demarcación sin que se haga un análisis separado" y que "siguen sin aprobarse a pesar de los años de retraso que acumulan".



El director ha resaltado, en este sentido, que "hemos recordado que estas normas son necesarias para definir los recursos excedentarios, cuya determinación debe hacerse con respeto a la prioridad de la cuenca cedente".



Y ha ampliado que el documento tampoco analiza la presión que supone el convenio de Alarcón para la masa subterránea de la Mancha Oriental y tampoco aprovecha al máximo los recursos de la desalación, necesarios para reducir las presiones actuales sobre las masas de agua.



Por último, en la demarcación del Guadiana, ha apuntado la necesidad de profundizar y mejorar el conocimiento de los recursos subterráneos disponibles y mayor rigor en cuanto a la estimación de extracciones y consumos reales, además de evaluar la importancia socioeconómica del regadío en la demarcación, ha concluido.