Hace justamente medio año, la vida política de la que fue secretaria general del PP, ministra de Defensa y presidenta de Castilla-La Mancha María Dolores de Cospedal llegaba a su fin. Tras perder en las primarias para liderar el partido y filtrarse el contenido de una reunión con el excomisario Villarejo, la que fue una de las mujeres con más poder en el PP y del país daba un paso al lado para abandonar su perfil público y volver a su cargo como abogada del Estado.
Sin embargo, en estos seis meses de perfil bajo lejos de los focos mediáticos, Cospedal ha seguido acaparando algunos titulares, como recoge el suplemento La Otra Crónica de El Mundo en un reportaje este sábado.
En todo este proceso, Cospedal ha tenido el apoyo de su familia, como relata la publicación. Junto a su hijo Ricardo y a su marido, el empresario Ignacio López del Hierro, reside en el Cigarral de la Ermita, la casa a las afueras de Toledo que el matrimonio compró en 2011 a través de Hilo de Inversiones, la sociedad que administra López del Hierro. Desde allí se desplazan con frecuencia a Madrid y, si se hace tarde, duermen en la capital enun piso de 240 metros cuadrados que compraron en 2014. LOC, citando a fuentes cercanas a la pareja, aseguran que "en alguna ocasión se han planteado poner a la venta su casa toledana, algo que de momento no han hecho, entre otras cosas porque el niño está escolarizado allí."
"Son un matrimonio unido y discreto, los dos comparten el deseo de abandonar la vida pública", explica la misma persona. Cospedal y López del Hierro atravesaron su momento más complicado cuando se filtró la reunión que habían mantenido con Villarejo en la sede del Partido Popular. Por ese encuentro, la ex presidenta de Castilla-La Mancha dejó su cargo en el PP y entonó el mea culpa en el citado comunicado. "Me equivoqué en pedir a mi marido, Ignacio López del Hierro, que me ayudara en una interlocución que no era fácil", explicaba.
Mientras su mujer dejó el PP por responsabilidad y antes de que la citada reunión perjudicara a los populares de cara a los comicios andaluces, López del Hierro hizo lo mismo con las empresas con las que tenía relación. El pasado marzo dejó su cargo de consejero tanto en Iberdrola como en su filial de Ingeniería y Construcción. "Lo hizo por deferencia y respeto a la compañía", cuentan. Desde entonces, el empresario está centrado en la gestión de Hilo de Inversiones SL, la sociedad que creó en 2000 y que, según el registro, en 2017 cerró el ejercicio con un patrimonio de cuatro millones de euros.
En su afán por salir del foco, Cospedal solicitó volver a su plaza de abogado del Estado. "Ella estudió eso porque era lo que le gustaba y la política era algo temporal en su vida, siempre quiso volver", explican. Empezó a trabajar en la sala quinta del Tribunal Supremo. "Ha tenido que estudiar mucho para conocer a fondo la nueva legislación, pero está muy feliz y desde el principio ya contesta a recursos", cuenta a LOC una persona de su entorno. En la actualidad, Cospedal mantiene el trato con varios amigos que dejó en política. También con parte del que fue su equipo de trabajo. "La recuerdan con mucho cariño. Pese a ser jefa, la echan de menos porque aprendieron mucho con ella", dicen quienes confiesan que parte de su interés en salir del foco reside en la preocupación por su hijo, que ya tiene una edad en la que comprende las cosas y le quiere proteger y alejar de polémicas.
Por ese motivo, la vida en la segunda línea no ha cambiado mucho las rutinas familiares. Continúan a caballo entre Madrid y Toledo y este verano tienen previsto pasarlo, como siempre, en Marbella. Desde 2006, López del Hierro posee una vivienda con plaza de garaje en la urbanización Guadalmina. Allí no es raro verles en citas como el festival Starlite. El año pasado acudieron al concierto Homenaje a las Mujeres, en el que Cospedal bailó y cantó al ritmo de No controles.
Dos meses después de dejar la primera línea política, la ex presidenta de Castilla-La Mancha quiso volver a mostrar su apoyo al PP. Reapareció el pasado 20 de enero en la convención del partido llamada España en libertad. Allí, ocupó un discreto segundo plano al lado de Esperanza Aguirre. El pasado 9 de mayo volvió a demostrar su lealtad con el PP. En esa ocasión apareció junto a la ex ministra de Agricultura, Isabel Tejerina, en el acto de presentación de Dolors Montserrat como cabeza de lista del partido para las elecciones europeas. Cospedal llegó apoyada en una muleta, ya que está convaleciente de la rotura de un menisco. Más allá de los actos políticos, el pasado sábado Cospedal hizo una excepción a su discreción y acudió con su familia a un acto público y social. El matrimonio y el niño fueron el sábado a la Caja Mágica para disfrutar de uno de los partidos del Mutua Madrid Open. Acudieron como invitados a uno de los palcos.
"Fue la última aparición pública de Cospedal y no era a título de política. Desde que se alejó del foco, el Cigarral de la Ermita ya no es el centro neurálgico de las reuniones del Partido Popular. Allí organizaba cenas con buena parte del poder español: jueces, empresarios, políticos y banqueros se daban cita en la casa, que vigilaba la policía por el cargo de su dueña. Ahora, sólo los amigos pasan por la residencia toledana. Si al final materializan su venta, sería el fin definitivo del paso de Cospedal por la vida política. Un final que comenzó hace seis meses," termina asegurando la publicación.