Un episodio de altas temperaturas, probablemente la primera ola de calor del verano, afectará a Castilla-La Mancha la próxima semana y marcará en la región el comienzo del estío, que será más caluroso de lo habitual con lluvias en los niveles de esta época del año, aunque en el oeste de la provincia de Toledo ya se puede hablar de sequía.
Así lo ha avanzado este viernes la delegada de la Agencia Estatal de Meteorología en Castilla-La Mancha (Aemet), Paloma Castro, en una rueda de prensa en la que ha dado cuenta del resumen climático de la primavera en la Comunidad Autónoma y de la predicción estacional del verano.
El verano comienza en la región este viernes a las 17.54 horas con intervalos de nubes altas y nubosidad de evolución a partir del mediodía en las zonas de montaña de Cuenca y Guadalajara donde se esperan chubascos dispersos con alguna tormenta aislada. En el resto de la Comunidad, se prevén intervalos de nubes altas con alguna nubosidad de evolución por la tarde.
En este punto, Castro ha desvelado que se aproxima la primera ola de calor del periodo estival, ya que el domingo empiezan a subir las temperaturas. "Si del martes al miércoles y del miércoles al jueves no hay enfriamientos sino calentamientos podría ser declarada la primera ola de calor del verano", ha aseverado la delegada territorial de Aemet, quien ha agregado que se considera ola de calor cuando se superan los 21 grados durante tres noches en las estaciones de Aemet en la región.
Este episodio caluroso tiene su origen en una masa de aire cálido procedente del norte de África que cubrirá el este y el centro de la Península, afectando especialmente a la zona mediterránea pero también a Castilla-La Mancha.
De igual modo, ha avanzado que las temperaturas en verano serán más cálidas en medio grado por encima de la media de referencia en toda la Península, mientras que las precipitaciones serán escasas, como es habitual en esta estación del año. Se esperan valores secos para Toledo y positivos para Molina de Aragón (Guadalajara). Además, el oeste de la provincia de Ciudad Real podría entrar en situación de sequía.
Balance de la primavera
En lo que respecta al balance de primavera, la delegada territorial de Aemet ha señalado que las temperaturas han sido superiores a las normales respecto a la serie de referencia 1981-2010. Ha sido muy cálida en Toledo, cálida en Ciudad Real, Cuenca y Guadalajara y normal en Molina de Aragón. La máxima se registró el 15 de mayo en Talavera de la Reina con 35,5 grados y la mínima en Sigüenza el 4 de abril con 7,7 grados bajo cero.
En relación a las precipitaciones, ha indicado que el "reguero de lluvias" del mes de abril en el Levante ha afectado al este de Albacete. De ahí, que la primavera en esta provincia haya sido muy húmeda, normal en Molina de Aragón, húmeda en Cuenca, seca en Ciudad Real y muy seca en Toledo. En la capital regional ha sido la tercera primavera más seca de este siglo tras las de 2005 y 2017. Por el contrario en Albacete-Los Llanos ha sido la segunda más húmeda de esta centuria tras la de 2004.
Capítulo aparte merecen los 138,8 litros por metro cuadrado registrados en abril en Albacete y las intensas lluvias caídas el 19 de abril en esta zona con 58,51 litros por metro cuadrado. Esto contrasta con un marzo y mayo con pocas lluvias en todo el territorio castellano-manchego.
Asimismo, en Toledo, Ciudad Real, y Albacete no se han registrado precipitaciones. En el resto apenas ha caído agua. En Molina de Aragón ha llovido tres días y en Guadalajara y Cuenca dos días.
Por otra parte, ha puntualizado que los embalses de Castilla-La Mancha acumulan a 17 de junio de 2019 unos 2.103 hectómetros cúbicos, un 36,5% de su capacidad. El año pasado por estas fechas registraban 2.410 hectómetros cúbicos, un 41,89%.
El agua embalsada en Toledo se sitúa con valores inferiores a los de 2018 y 2017. Eso conduce a hablar, según la delegada de la Aemet en la región, de sequía en el oeste de la provincia toledana, si bien la situación en Ciudad Real es "grave" aunque "no está tan lejos de la media", de modo que si persiste la ausencia de precipitaciones se podría hablar de sequía en el oeste de la provincia.
"Al final de la primavera nos preocupa lo seco que ha quedado el oeste de Castilla-La Mancha sobre todo Toledo. Queda declarada la sequía significativa en el oeste de esta provincia", ha comentado.
En suma, Paloma Castro ha concluido que la primavera ha sido cálida y seca en la mitad occidental de Castilla-La Mancha y cálida y húmeda en la mitad oriental. A este respecto, ha recordado que los temporales del Levante han dejado un dato "muy positivo" de agua en los ríos Júcar y Segura.