El Sindicato de Enfermería (Satse) ha denunciado el cierre de 509 camas durante el verano en los hospitales de Castilla-La Mancha, lo que ha vaticinado que afectará negativamente a la seguridad y salud de los ciudadanos, así como de los enfermeros y fisioterapeutas.
En un comunicado de prensa remitido este lunes, Satse ha explicado que en la región se cierran 86 camas en los hospitales de la provincia de Albacete; 124 camas se cierran en los hospitales de la provincia de Ciudad Real; 75 camas se cierran en el Hospital de Guadalajara y 224 en los hospitales de la provincia de Toledo.
Por el contrario, el Hospital de Cuenca no cierra camas este verano.
Saste ha criticado que las distintas administraciones sanitarias públicas utilicen todos los años como "chivo expiatorio" el argumento de que "la gente se va de vacaciones" para cerrar camas y servicios, además de no suplir adecuadamente a los enfermeros y fisioterapeutas en los centros, lo que conlleva un menor número de ellos para atender adecuadamente a pacientes y ciudadanos.
En este sentido, la organización sindical ha lamentado que, en lugar de aprovecharse el verano para seguir trabajando en la reducción de las listas de espera, éstas se incrementan aún más al paralizarse las consultas externas, las pruebas diagnósticas y las intervenciones quirúrgicas no urgentes.
Otra consecuencia negativa del cierre de camas es la masificación de pacientes en los servicios de Urgencias, lo que según Satse obliga a los profesionales sanitarios a atenderlos, en muchas ocasiones, en zonas no habilitadas para ello, como los pasillos, ha señalado el sindicato.
También ha denunciado que el índice de enfermos que no son atendidos en la unidad correspondiente a su patología, lo que deteriora la calidad de la asistencia recibida.
Respuesta del Gobierno de Castilla-La Mancha
Por su parte, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha anunciado en nota de prensa va a mantener durante este verano la filosofía de trabajo impulsada en el verano de 2016 a través del Plan MAS Sanidad, con el objetivo de reforzar la asistencia sanitaria que presta el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) en época estival.
José Antonio Ballesteros, director general de Atención Sanitaria, ha recordado que el Plan MAS Sanidad se diseñó “para evitar la ralentización, e incluso la paralización, de la actividad asistencial programada que llegaron a sufrir los hospitales públicos de la región durante el verano”, y ha indicado que esta estrategia se ha mantenido durante los últimos años en base a dotar al sistema sanitario público “de más medios, más actividad y más servicios, no solo en verano, sino durante todo el año”.
En este sentido, ha explicado que “se va a continuar trabajando en una línea que ha dado muy buenos resultados, ya que todos los datos indican que el incremento de la actividad registrado en el verano de 2016 se consolidó tanto en 2017 como en 2018”, por lo que el objetivo en 2019 es mantener la actividad respecto a los veranos anteriores, e incluso incrementarla en los casos en los que sea posible.
A este respecto, ha ofrecido algunos datos respecto a la actividad programada para los meses de julio, agosto y septiembre, “muy similares a los de años anteriores, con incrementos puntuales en pruebas diagnósticas en las que hay una alta demanda”. Así, ha señalado que está previsto realizar más de 5.300 sesiones quirúrgicas, más de 245.000 primeras consultas, más de 22.200 resonancias magnéticas y más de 41.000 tomografías computerizadas, entre otras.
Por otra parte, y al igual que ha ocurrido en los últimos cuatro años,se va a mantener operativa toda la red de camas que tiene el SESCAM para que sean utilizadas tanto en ingresos urgentes como programados, dotadas con el personal necesario para que los pacientes reciban la asistencia sanitaria en los niveles de calidad que corresponde y que el SESCAM ofrece a lo largo de todo el año.
El director general de Asistencia Sanitaria ha explicado que a lo largo del verano se van a llevar a cabo algunas obras de mantenimiento en aquellas plantas de hospitalización que así lo requieran, siguiendo una planificación diseñada para incidir lo menos posible en la labor asistencial, y siempre con el objetivo de mejorar las instalaciones.