El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha avanzado que formará su Gobierno para la legislatura 2019-2023 "en breves horas" tras su toma de posesión que ha tenido lugar este sábado en el Palacio de Fuensalida, sede del Gobierno regional, en Toledo.En su discurso tras jurar el cargo, ha asegurado que en unas horas se propone formar Gobierno y ha lanzado un mensaje para "los que vengan" -nuevas incorporaciones con respecto al anterior Ejecutivo autonómico- y a los que le "acompañan en el trabajo" -consejeros que continuarán una legislatura más-.

Toma de posesión de Emiliano García-Page 06-07-2019

Del mismo modo, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha ofrecido para la segunda legislatura que arranca más diálogo, más pactos, más moderación y más cercanía y ha asegurado que el haber logrado mayoría absoluta en las urnas no les hace "más listos" ni "inmunes al error".



García-Page ha realizado estas propuestas en su discurso tras jurar el cargo como presidente de Castilla-La Mancha, un acto que se ha celebrado este sábado en el Palacio de Fuensalida de Toledo, sede de la Presidencia regional, y al que han acudido unas 550 personas, entre ellos tres ministros en funciones del Gobierno central.Así, el Ejecutivo presidido por Pedro Sánchez ha estado representado por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero; la ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio, y el ministro de Ciencia y Universidad, Pedro Duque.



El presidente regional ha considerado que si la ciudadanía ha dado al PSOE una amplia mayoría absoluta en las elecciones, tras el gobierno en minoría de la anterior legislatura significa que la ciudadanía "ha votado por más política" y ha avalado la gestión que se ha llevado a cabo.Por ello, ha llegado a la conclusión de que el Gobierno regional que lidera ofrecerá "lo mismo" que ha realizado desde 2015 a 2019, y por ello ha subrayado que habrá más diálogo institucional, social y con los agentes sociales; más pactos, más cercanía con las personas y más moderación.



García-Page ha advertido de que la mayoría absoluta obtenida en las elecciones del 26 de mayo no tiene que hacer que el Gobierno regional se sienta más cómodo o que se meta "en riesgos y aventuras", y ha apelado a la humildad y a la honestidad como señas de identidad del Ejecutivo castellano-manchego.



El recién nombrado presidente regional ha celebrado el resultado, del que ha dicho que no sabe "si es envidiado en algún lugar de España" y que "ha costado" lograrlo, sobre todo después de haberla "pasado canutas" en los últimos cuatro años sin mayoría y con un Gobierno con Podemos la mitad de la legislatura.



Además, ha expresado que no quiere "gobiernos contra nadie" y ha señalado que, si bien el Ejecutivo regional "podrá equivocarse", no se gobierne "para hacer daño" a la ciudadanía.García-Page ha dedicado la primera parte del discurso, probablemente la más emotiva, a su familia -su esposa, sus hijos, sus padres y sus suegros- y ha dicho que "en la vida lo importante no es ostentar la Presidencia de Castilla-La Mancha por segunda vez".



Un cargo para el que ha apuntado que ha trabajado y "luchado muchísimo" pero, en todo caso, ha preguntado "si alguien piensa de verdad que en España no se puede ser optimista" y le achacado el mérito de ello a "la gente que se levantó para que este país pasara del segundo al primer mundo en tan solo dos generaciones".De hecho, ha afirmado que España ha tenido "los mejores 40 años de su historia" y se ha mostrado convencido de que puede tener otras cuatro décadas igual de buenas.



"No es si podemos, que poder podemos, es si queremos", ha sentenciado el presidente castellano-manchego.Además, García-Page ha recordado a dos socialistas que han fallecido en la última legislatura: la consejera de Fomento, Elena de la Cruz, y el exvicepresidente del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba; y además ha excusado la ausencia del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez en este acto por "coherencia institucional" al tratarse de una toma de posesión de una autonomía.



Y también en clave nacional, ha cuestionado que haya quien "ha empezado a ver mal las mayorías", porque ha advertido de que sin mayorías no se puede gobernar y ha reflexionado que esa mayoría puede venir "de una dirección o una mezcla de minorías", pero en todo caso ha insistido en que "mayorías tiene que haber porque es el concepto básico de la democracia".



En su caso, ha resaltado que en Castilla-La Mancha sí ha logrado la mayoría absoluta, pero ha pedido también a PP y Cs que dialoguen para llegar a acuerdos, con el objetivo de "conseguir muchas unanimidades en los próximos cuatro años".Por todo ello, se ha comprometido "siempre a ser el presidente de todos y todas", pero ha añadido que lo será "un poquito más de la gente que más lo reclama".

Un acto especial

En el acto, que ha comenzado con una actuación de la cantante toledana Lucía Santiago, también han tomado la palabra dos ciudadanas anónimas, Dulcinea Ortiz, ingeniera que ha estado varios años en Londres y que ha regresado a Castilla-La Mancha gracias al programa de retorno del talento, y Dulcinea Ávila, trabajadora de Apanas."Mi esfuerzo como presidente lo es reconociendo para las 'dulcineas' que tenemos y para trabajar por las 'dulcineas' de mañana", ha concluido.



También han acudido al acto de investidura sus predecesores al frente de la Junta de Comunidades José Bono y José María Barreda; el presidente de las Cortes, Pablo Bellido, y expresidentes del parlamento regional como Jesús Fernández Vaquero y Vicente Tirado, alcaldes y presidentes de diputación y otros representantes del ámbito social y económico de la región.