Los presidentes de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y de Aragón, Javier Lambán, ha coincidido en Molina de Aragón (Guadalajara) en su rotundo rechazo a los trasvases y en la necesidad de que las comunidades demandantes de agua comiencen a hacer uso ya de las desaladoras.
García-Page ha insistido en que es un momento "correcto" para que se ponga a pleno rendimiento el sistema de desalación en el Levante español porque se va a necesitar para beber y para regar en los próximos meses, pero también de abrir una reflexión para conseguir "con serenidad política" un "auténtico pacto por el agua" en España, que luego matizaría, instado por Lambán, hablando de fuero por el agua.
Ha insistido García-Page en lo "fraudulento" de esta última derivación, insistiendo que detrás de ellas lo que hay son "rentas, riqueza y dinero, literalmente, que se llevan en cubos", una derivación que además, "ahora está inutilizada en términos prácticos", ha dicho.
Y tras declarar que en Europa hay una clara determinación contra los trasvases, ha reiterado su apoyo a las movilizaciones que hubo en su día en Zaragoza contra el del Ebro y se ha mostrado convencido de que el ejemplo de lo que ha pasado con el Tajo ha hecho que en la comunidad aragononesa hayan tenido claro que "no se iban a dejar engañar".
En este sentido, ha manifestado que tiene claro que lo mejor pasaría por gestionar los ríos conforme a como lo ha determinado la naturaleza y no mediante "sistemas de fontanería", donde no ha incluido el consumo humano.
El presidente castellano-manchego ha dicho que espera que aquellos malintencionados en este sentido entiendan que este sistema de desalación no tiene por qué tener color político porque "los problemas no tienen ideología" y ha deseado que la solución por la que él apuesta sea "tan incolora como el agua".
De igual modo, ha lamentado que en los embalses de cabecera del Tajo se siga perdiendo agua, que se sitúan por debajo del 18 %, aunque sí ha mostrado su solidaridad también con la España receptora tras las repercusiones que ha tenido en ella también la gota fría.
Por su parte, el presidente de Aragón, aun estando de acuerdo con su homólogo en Castilla-La Mancha, le ha pedido que encuentre otra expresión diferente a pacto por el agua porque a su juicio, ha dicho, "es peligroso". "Hablar de pacto de agua encandila y suena a música celestial a determinados partidos políticos", ha subrayado Lambán, a lo que García-Page, en tono jocoso, le ha respondido que entonces habrá que dejarlo en fuero del agua.