El proyecto de ley del estatuto de la Mujer Rural de Castilla-La Mancha ya está listo para su debate y previsible aprobación definitiva en las Cortes regionales, después de que este miércoles se ha celebrado la Comisión de Agricultura, Agua y Desarrollo Sostenible, en la que se han debatido y rechazado las enmiendas parciales presentadas por el PP.
En total, el PP había presentado siete enmiendas parciales, de las cuales seis han sido rechazadas con el voto en contra del PSOE, mientras que Cs se ha abstenido, y una de ellas ha sido modificada a propuesta de los socialistas, por lo que ésta sí ha sido aprobada con su nueva redacción, que ha sustituido a la enmienda original, del PP.
Tras la aprobación en comisión del proyecto de ley, el texto ya está listo para su debate y votación en el pleno de las Cortes, donde será defendido por la socialista Joaquina Saiz y al que llegará con seis enmiendas vivas del PP.
El proyecto de ley tiene como objetivo avanzar en la aplicación y ejercicio del principio de igualdad de trato y oportunidades en el medio rural, mediante el establecimiento de medidas que promuevan la autonomía, el fortalecimiento de la posición social, profesional y no discriminatoria de las mujeres en el medio rural.
La enmienda que se ha modificado a propuesta del PSOE propone que se tenga en cuenta la definición que hace el Programa de Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha de medio rural, de forma que puedan tener esta consideración las pedanías que dependan de municipios de más de 30.000 habitantes.
No se han tenido en cuenta otras enmiendas del PP, varias de las cuales proponían modificar la Comisión de seguimiento y evaluación de lo recogido en este estatuto, como reducir de dos a uno los representantes de Instituto de la Mujer; bajar de cuatro a tres los representantes de las organizaciones profesionales agrarias y cooperativas y subir de uno a tres las personas en representación de las Federaciones o Asociaciones de Mujeres Rurales de ámbito regional.
La portavoz el PP en las Cortes, Lola Merino, ha considerado que, en general, el proyecto de ley de la mujer rural "no aporta nada nuevo" a lo que ya han logrado las organizaciones de mujeres en los últimos treinta años y ha criticado, asimismo, que el Gobierno regional no se haya reunido con estas organizaciones para redactar este estatuto y que no cuente con dotación presupuestaria, porque "con cero euros no se puede conseguir nada".
Tampoco ha valorado el texto el presidente de Cs en las Cortes, Alejandro Ruiz, quien ha opinado que con este estatuto "se ha empezado la casa por el tejado", porque el proyecto de ley "es solo humo, solo papel, que ayuda a la mujer rural de mentirijilla" y que no cuenta con partida presupuestaria.
En cambio, la diputada socialista Joaquina Saiz ha confiado en que el proyecto de ley sirva para mejorar la situación de la mujer en el medio rural, donde sufre "una doble discriminación", por ser mujer y por vivir en el medio rural.
Pique entre Lola Merino y Alejandro Ruiz
Durante la comisión, Lola Merino y Alejandro Ruiz han tenido un enfrentamiento dialéctico, ya que el presidente de Ciudadanos ha considerado que el hecho de que se estipule que las mujeres deban representar al menos el 40 por ciento de los órganos de dirección de las asociaciones agrarias para recibir subvenciones favorecerá que se de la circunstancia de: "Yo soy hombre, tengo tierras, las pongo a nombre de mi mujer, la meto en la asociación y tengo la subvención".
Para Merino, estas expresiones han sido machistas, ha denunciado que "no se pueden consentir" y ha pedido a Ruiz que las retire y ha añadido: "A mí no me mete mi marido en ningún sitio, ni yo meto a mi marido". "Como mujer no voy a admitir ningún comentario machista, esté quien esté y frente a quien esté", ha sostenido la diputada del PP, que ha advertido: "Estando en una comisión en las Cortes, todos debemos ser responsables y no admitir este tipo de comentarios, que solo se hace cuando se habla de mujeres".
Sin embargo, Ruiz ha rechazado las acusaciones de machista y ha defendido que su argumento tiene que ver con que "hecha la ley, hecha la trampa", pues a su juicio, lo que se debería hacer es primero trabajar para aumentar la presencia real de las mujeres en las asociaciones y, en un segundo paso, garantizar su presencia en los órganos de dirección de las mismas, pues ha considerado que de lo contrario, se estará favoreciendo que los órganos de dirección no representen fidedignamente a sus asociados.