En declaraciones este jueves a El Mundo el presidente deCastilla-La Mancha,Emiliano García-Page, se ha posicionado claramente en relación con los pactos del PSOE para formar gobierno con Podemos y el apoyo de un conglomerado de partidos que está aún por concretar. Page argumenta que «nadie puede estar en contra de la declaración de intenciones que se presentó el martes».
«El envoltorio está bien, pero aún no tenemos información suficiente para saber cómo es el caramelo», ha dicho el presidente castellano-manchego. Según Page, tras las elecciones de abril «hasta los propios socialistas quizás hubiéramos necesitado una transición argumental y emocional sobre este acuerdo». Pero, añade, respecto a los apoyos que faltan para sacar adelante la investidura, «me remito a lo que en los últimos meses ha defendido todo el PSOE, desde Pedro Sánchez aMiquel Iceta; el Gobierno de España no puede depender de los independentistas».
En su editorial de este jueves, El Mundo vuelve a hacer referencia al presidente castellano-manchego: "Armar un gobierno frentista, de la mano de una alianza inestable de populistas y separatistas, debería llevar a los críticos del sanchismo a alzar la voz. Emiliano García-Page sostiene hoy en EL MUNDO que el Gobierno de España"no puede depender"de quienes pretenden romper España. Más allá de la excepción del presidente de Castilla-La Mancha, ante el clamoroso silencio de los últimos días,cabe preguntarse si hay vida en el PSOE. Tanto el resto de barones refractarios a lapodemizaciónde su partido como algunos de sus referentes históricos se enfrentan al deber moral de evitar que Sánchez deje el Ejecutivo en manos de un partido cuyo líder ha sido condenado por sedición. Todos ellos tendrían que tener presente la advertencia de Rubalcaba sobre el peligro que supondría unGobierno Frankensteinno solo para la gobernabilidad, sino para la defensa de la nación".