Los resultados en las elecciones generales del pasado 10 de noviembre fueron pésimos para Ciudadanos (Cs), que perdió 2,5 millones de votos y 47 escaños respecto a los comicios celebrados el 28 de abril, solo medio año antes. La debacle fue de tal calibre en el partido naranja que su líder, Albert Rivera, dimitió y abandonó la política a las pocas horas de consumarse el desastre. En Castilla-La Mancha, la formación liberal no se salvó de la quema y perdió los cuatro diputados nacionales que tenía en el Congreso, circunstancia que el PP regional aprovechó para pedir la ruptura de los pactos de gobierno que Cs mantiene con el PSOE en los ayuntamientos de Albacete, Ciudad Real y Guadalajara, algo que no va a ocurrir.
Dos semanas después de la última cita con las urnas, el secretario de Organización de Cs en Castilla-La Mancha, Sandro Ruiz, ha concedido una entrevista a EL DIGITAL en la que asegura que"la media de votos ha sido superior a la provincial, regional y nacional en las capitales donde tenemos acuerdos de gobierno con el PSOE". "Por tanto, entendemos que dichos pactos no solo no han pasado factura sino que los ciudadanos han valorado la labor que están haciendo los equipos municipales del partido en Albacete, Ciudad Real y Guadalajara. Hemos visto, por ejemplo, que uno de los mejores resultados de Ciudadanos se ha dado en Albacete, donde Vicente Casañ ostenta la Alcaldía", ha defendido el también diputado regional.
Así, ha garantizado que la dimisión de Albert Riverano ha afectado al trabajo diario en Castilla-La Mancha: "El partido sigue funcionando con normalidad. Toda la estructura regional y todos los cargos electos están trabajando con normalidad. A nivel regional no hay ningún tipo de afectación". De hecho, aunque asegura que la formación hace "autocrítica" tras los malos resultados electorales, ha negado que Cs tenga que someterse a una "flagelación", por lo que se muestra un firme defensor de la labor del equipo directivo del partido en Castilla-La Mancha y niega que la falta de un líder regional (no existe la figura del presidente ni del secretario autonómico como en los partidos tradicionales) haya influido negativamente. "Abogo firmemente por las estructuras de equipo. El liderazgo de Ciudadanos en Castilla-La Mancha lo ostenta el equipo regional, donde cada persona tiene un cometido. Carmen Picazo tiene sus competencias, David Muñoz tiene las suyas, yo tengo las mías, y cada uno somos líderes en nuestras competencias", asegura.
Por tanto, no se esperan cambios al frente de Cs en nuestra región a corto plazo. Ni de nombres ni de estructuras. "Soy firme defensor de los equipos pero tendrá que ser la Asamblea donde se decida la nueva línea de trabajo a seguir", añade, a la espera de que Cs encuentre un nuevo referente tras la salida de Rivera. Y todas las miradas están puestas en Inés Arrimadas, que ya ha dado un paso al frente para liderar el partido y cuenta con amplio respaldo territorial. Sin embargo, el secretario de Organización naranja prefiere ser cauteloso en ese sentido: "Inés se presentará junto a un equipo y serán los compromisarios del partido los que votarán, pero desde Cs en Castilla-La Mancha no vamos a dar una orden para votar en bloque a una u otra opción". Eso sí, reconoce que "Arrimadas ha hecho un grandísimo trabajo y una grandísima labor tanto en Cataluña como a nivel nacional" y la define como un "pilar clave" en la formación junto a otros dirigentes como "Fran Hervías, Jordi Cañas, Manuel Bofill o Juan Carlos Girauta". "Lo que espero es que todas estas personas de inmensa valía se unan en un proyecto común", señala.
¿Pero Girauta no había dicho que dejaba la política después de no revalidad su escaño por Toledo? El periodista catalán y vecino de la capital castellano-manchega ya trabaja como tertuliano en un programa de televisión pero desde Cs no están dispuestos a renunciar a su figura. "Nunca se ha ido del proyecto. Ha abandonado la primera línea y lo entiendo, porque lleva muchos años de desgaste, y tiene derecho, al igual que Albert, a recuperar su vida y su familia. Pero Juan Carlos sigue trabajando por Ciudadanos, orientándonos y enseñándonos, y va a seguir aportando sus ideas,aunque sea desde segunda línea, porque tiene un ADN naranja al cien por cien", afirma Alejandro Ruiz, quizá consciente de que se ha especulado con el fichaje de Girauta por otros partidos políticos.
La reaparición de Orlena de Miguel
Y al igual que unos se van... otros vienen. O reaparecen. Es el caso de la guadalajareña Orlena de Miguel, quien fuera portavoz del partido en Castilla-La Mancha hasta que perdió el favor de los dirigentes, que acabaron sacándola de la Ejecutiva nacional y le pidieron que no se presentase a las primarias para ser la candidata naranja a la Presidencia de la Junta, encargo que finalmente asumió la albaceteña Carmen Picazo. Aunque este relato, según Alejandro Ruiz, no es del todo exacto: "Orlena ha dicho que el partido le pidió que se apartara pero lo que yo viví es que ella decidió no presentarse ante la mayoría abrumadora de avales que consiguió Carmen Picazo en solo un par de horas. No me consta que nadie le pidiera que no se presentara a las primarias. Lo que me consta es ella y su equipo hicieron una valoración y decidieron no presentarse a una proceso en el que claramente iban a perder. Y me parece lo más lógico e inteligente".
Ahora, medio año después de ese episodio que sorprendió a muchos en Castilla-La Mancha, De Miguel ha vuelto a la escena pública reclamando su espacio tras el batacazo electoral de Ciudadanos, un movimiento que no ha sentado bien en la actual dirección regional. Pese a que Ruiz niega estar decepcionado con Orlena,le lanza un torpedo a la línea de flotación: "Es lícito que se postule como compromisaria para la Asamblea porque sigue siendo una afiliada más, aunque es cierto que yo no le he visto desde hace un montón de tiempo.Para ascender en un partido es mejor no pedirlo sino aportar un trabajo diario. Los hechos siempre valen más que las palabras". Preguntado sobre si la ex portavoz ha incumplido alguna de sus obligaciones como afiliada durante los últimos meses, Ruiz se limita a afirmar que "las cuestiones de incumplimientos forman parte de la privacidad" y que de haber algún expediente interno abierto en ese sentido "no sería público".
"Ahora vamos a observar que personas que llevan desaparecidas un tiempo van a volver a aparecer. Eso es lícito, pero también nos tenemos que preguntar por qué desaparecieron.
La mayor parte del equipo de Orlena de Miguel montó un partido que se llamaba Ciudadanos por Guadalajara, que luego ni siquiera se presentó a las elecciones porque la Junta Electoral lo echó para atrás. Lo encabezaban personas tan cercanas a ella como Antonio del Lamo o Silvia García, que decidimos que no se presentase como candidata en Azuqueca porque tenía un procedimiento judicial en curso por un tema de prevaricación", recuerda el secretario de Organización, que insiste en que "Cs es un partido que, sobre todo, valora el talento y el buen hacer". "Hablaría muy mal del partido que ahora consigan algo personas que durante la etapa de Albert Rivera no lo hicieron bien y no destacaron precisamente por su talento". Todo un aviso para navegantes en una etapa de profundos cambios internos.