Atentos, pero no preocupados. Así están los sanitarios de Castilla-La Mancha ante el coronavirus, según ha explicado este lunes el consejero del ramo, Jesús Fernández Sanz.

El consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha ha asegurado que los profesionales de la región están "atentos y ocupados" ante la evolución del coronavirus, "pero no preocupados" porque "no hay alerta social".

Así ha respondido Fernández Sanz a preguntas de los periodistas este lunes en Toledo acerca de si está teniendo incidencia este asunto en cuanto a afluencia de pacientes a los centros de salud.

El consejero ha recordado que se ha creado un grupo de trabajo de enfermedades emergentes que ha iniciado su tarea abordando el coronavirus y que los expertos, junto con epidemiología, están estudiando "cada alteración que pueda haber", aunque ha hecho hincapié en que los profesionales de la sanidad castellano-manchega están "atentos, ocupados, pero no preocupados porque no hay alerta social".

Asimismo, ha indicado que, ante cualquier síntoma, "lo mejor" es acudir al centro de salud, pero ha incidido en la importancia de la prevención y ha aconsejado tomar medidas como lavarse bien las manos, estornudar o toser sobre la flexura del codo o sobre al muñeca y no utilizar elementos comunes con otras personas de la casa o del entorno cuando se tiene algún síntoma.

Fernández Sanz también ha contestado a si le consta al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) que la persona atendida en Ciudad Real, que finalmente dio negativo, cuando aterrizó en España pidió una primera asistencia médica en Madrid y le dijeron que tenía que acudir a su centro médico y a si habría fallado el protocolo.

El consejero ha señalado que, si ha sido así, a él no se lo han transmitido y que habría que preguntarles "a ellos" si le hicieron encuesta epidemiológica.