Las Cortes de Castilla-La Mancha han acogido una nueva cita de la Comisión no Permanente de Estudio para alcanzar un Pacto contra la Despoblación con la presencia de Recamder, Cecam, SSPA y el economista José Carlos Díez como ponentes, una cita donde se han puesto encima de la mesa nuevas propuestas como mejorar el sueldo de los empleados públicos que decidan quedarse a vivir en el mundo rural o diversificar los sectores económicos que operan en estas localidades más allá del campo y del turismo.
En primer lugar comparecía el presidente de la Red Castellanomanchega de Desarrollo Rural (Recamder), Jesús Ortega, quien ha puesto el acento en la "preocupación por el futuro y el vacío generacional", destacando que hasta 69 pueblos de la región no cuentan en sus filas con habitantes por debajo de los 25 años.
Ha ofrecido más datos, como que Castilla-La Mancha suma 202 pueblos sin menores de cuatro años --poniendo como ejemplo Villar del Arroyo, donde nueve de sus diez habitantes tienen más de 65 años-- o ha resaltado que siete de cada diez municipios han visto mermado su padrón en el último recuento.
El número de núcleos urbanos con menos de cien personas ha pasado en los últimos años de 188 a 260; y hay 825 municipios con menos de 5.000 habitantes, ha añadido.
Guadalajara es la que más población aumenta pero solo en la capital y el Corredor del Henares, mientras los pueblos "se están vaciando" con cuatro habitantes por cada kilómetro cuadrado. La densidad de población regional es de apenas 13 habitantes por kilómetro cuadrado.
Estas cifras "distan mucho de la media de España", y ante ellas Ortega ha propuesto como solución el llamado 'Manifiesto de Sigüenza' alcanzado por la cita organizada en la Ciudad del Doncel el pasado año y que planteaba mejor financiación de entidades locales, mejorar la banda ancha, subir el sueldo y mejorar la puntuación de los funcionarios que se instalen en los pueblos o blindar el agua en los embalses de cabecera del Tajo.
De su lado, el secretario general de la Confederación Empresarial de Castilla-La Mancha (Cecam), Félix Peinado, ha usado su turno para abogar no solo por atraer más empresas, sino además por ayudar a las que ya residen en el medio rural "con vocación de quedarse", apostando por potenciar su músculo toda vez que ya han arriesgado en su ubicación.
Hay "desventajas" por el hecho de instalarse en el medio rural, como la población envejecida, la dificultad para encontrar empleados cualificados, las malas infraestructuras o el bajo consumo.
Para vencer estas desventajas, propone "crear nuevas ventajas", la más importante en materia fiscal, "que es lo que más reclaman los empresarios". "No tiene sentido que la ciudad de Madrid, con millones de habitantes, paguen menos impuestos que en un pequeño pueblo de Castilla-La Mancha. Tendrá explicación técnica, pero no lógica". Esta materia, ha dicho, habría de enfrentarse "con un pacto a nivel nacional".
Otra idea es reducir la burocracia en materia de urbanismo y de Medio Ambiente, cuestiones "complicadas de desarrollar" en los pueblos. Para ello, "habría que adaptar las normativas al tamaño de los municipios".
Diversificar la actividad empresarial es otra de las sugerencias de la patronal, advirtiendo de que el 40% de las empresas del mundo rural son del Sector Primario, seguida de las sociedades turísticas. Por ello, fomentar el turismo rural sería otra solución, para lo cual aboga por invertir en rutas y vías verdes, turismo de caza, de relax, de parques naturales o de deportes de aventura.
Apuntalar energías renovables, asistencia a la tercera edad y Economía Circular son otras de las recetas de Cecam para mejorar los proyectos empresariales en los pueblos de Castilla-La Mancha.
Todo ello pasaría, del mismo modo, por mejoras desde las administraciones públicas, como por ejemplo, ofrecer en los viajes del IMSERSO también destinos rurales y no centrarse solo en destinos de playa; o no exigir el empadronamiento en una localidad para disfrutar de ciertos servicios.
El profesor del Departamento de Economía de la Universidad de Alcalá de Henares (UAH), José Carlos Díez, ha puesto como "clave" el aprender a que el gasto público para luchar contra la despoblación sea "eficiente".
Según Díez, fomentar la digitalización en la interlocución con entidades públicas puede facilitar la obtención de datos de la población para así poder adaptar mejor los servicios a los ciudadanos.
Entre sus propuestas, aprovechar la cercanía con el aeropuerto de Madrid, atraer más empresas digitales y no solo industrias o aprovechar el marketing digital para promocionar el turismo de interior.
Por último, la coordinadora de la Red SSPA, Sara Bianchi, ha colocado como uno de los principales problemas a solucionar la urgencia de definir correctamente el problema, ya que ni a nivel nacional ni europeo existe una pauta que delimite su significado.
La Red que representa, que en el caso español atiende a las provincias de Soria, Teruel y Cuenca, persigue políticas específicas y eficaces a través de respuestas concretas. Para ello, cuenta con líneas estratégicas que pasen por enfatizar el trabajo en cinco áreas, como son reformular políticas de cohesión; mejorar infraestructuras y telecomunicaciones; incentivar la actividad económica con mejor fiscalidad; y aumentar la cultura e identidad rural.
Ofrecer viviendas asequibles y de calidad ha sido una de las propuestas desgranadas por Bianchi que ya han funcionado en zonas despobladas en Escocia, idea a la que ha sumado la iniciativa de "empoderar" al mundo rural y alimentar el "orgullo" de vivir en una zona rural o la estrategia de "atraer talento" con incentivos económicos para que empresas de fuera quisieran quedarse en estos territorios.