La temporada de caza en Castilla-La Mancha se cierra este viernes con un balance "muy positivo" tanto en caza mayor como en caza menor, en la que se ha podido constatar la recuperación de las poblaciones de especies como la tórtola.
El presidente de la Federación de Caza de Castilla-La Mancha, Agustín Rabadán, en una nota de prensa, ha explicado que la temporada de caza mayor ha sido "buena", manteniéndose la situación que se viene registrando en los últimos años.
"La caza mayor está teniendo un auge prácticamente en todas las especies existentes en Castilla-La Mancha como son el jabalí, ciervo, muflón y corzo, y en todas las provincias, pues estas especies de caza mayor están llegando, están colonizando zonas donde antes no existían o su presencia era meramente testimonial", ha señalado.
El resultado de la temporada ha sido bueno en cuanto a número de capturas y también en cuanto a calidad de los trofeos.
En cuanto a la caza menor, los resultados "han sido muy desiguales, dependiendo de la provincia e incluso de la comarca".
En este sentido, ha apuntado que "es cierto es que las poblaciones de caza menor van menguando poco a poco, por muchos factores, cada vez más predadores, y además cada vez más predadores en zonas donde antes no llegaban; una agricultura cada vez más intensiva que conlleva la pérdida de lindes, ribazos y baldíos y cambios de cultivos en pro de leñosos y en perjuicio de los cereales".
Sobre el conejo, ha explicado que hay zonas "donde la superpoblación de la especie es tan grande que crea incluso problemas con la agricultura y las sociedades de cazadores se tienen que afanar en controlar estas poblaciones para evitar daños a los cultivos, lo que choca con otras zonas donde hace años que no se ve ni un conejo".
No obstante, ha destacado que la declaración de comarca de emergencia cinegética ha permitido a los cazadores hacer controles de poblaciones para mantener ese necesario equilibrio entre agricultura y caza.
Respecto a la liebre, este año ha seguido afectada por la mixomatosis, sobre todo en zonas donde el año pasado no afectó demasiado y sin embargo, en zonas donde la temporada pasada hubo mortandades de entre el 50%-80%, esta temporada la enfermedad no ha afectado tanto y se han visto muchas liebres sanas.
Aunque se ha mostrado optimista, Rabadán ha considerado que "la recuperación de la liebre llevará tiempo".
También ha destacado la gran actuación de las sociedades de cazadores federadas y la solidaridad del cazador de escopeta, que siguiendo las recomendaciones de la federación, ha respetado la liebre no tirándola y dejándola exclusivamente para la caza con galgo.
En cuanto la perdiz, ha afirmado que "es el ejemplo de especie que tiene todo en contra, los predadores cada vez más abundantes, la agricultura cada vez más intensiva y menos cerealista" y sus poblaciones "están sufriendo una merma lenta y callada".
Rabadán también ha destacado el aumento de las poblaciones de tórtola en Castilla-La Mancha gracias al esfuerzo de los cazadores castellano-manchegos y a la gestión de las sociedades federadas.
"Desde hace tres temporadas hemos reducido cupos, hemos reducido días hábiles, hemos hecho notables mejoras de hábitat, que son costeadas por la sociedades de cazadores de los pueblos y por titulares privados de cotos, y ello ha redundado en el aumento de las poblaciones de tórtola común", ha concluido.