La decisión de la Comunidad de Madrid de cerrar todos los centros educativos, entre otras medidas para frenar el coronavirus, han afectado a estudiantes de Castilla-La Mancha en esa región que, como en el caso de los universitarios, han tenido que volver a sus municipios ante la ausencia de clases, lo que les ha provocado reacciones encontradas como alegría y descontento.



Es el caso de tres estudiantes universitarias de pueblos de Toledo que han ofrecido sus testimonios a Efe sobre cómo han recibido la noticia del cierre de las universidades y en qué puede afectarles este parón con motivo de la crisis sanitaria.



Alicia estudia en la Universidad Complutense de Madrid, vive en la capital y el martes por la tarde, último día de clase antes del cierre de los centros educativos, regresó a su pueblo, Cobisa, un pequeño municipio al lado de Toledo.



"La suspensión de clases presenciales a causa del coronavirus me ha pillado por sorpresa, como a todos, supongo", ha señalado, lo que por una parte le ha hecho estar "contenta de poder volver a mi pueblo, ver a mi familia y a mis amigas, y descansar dos semanas", además de poder alejarse de la zona donde se concentran más casos de contagio.



Por otra parte, dice no estar de acuerdo con que tengan que recuperar estos 15 días en verano ya que, durante estas dos semanas de marzo, los profesores van a seguir mandando tarea a través del campus o por correo electrónico.



"Es decir, no vamos a dar clase, pero sí que nos van a mandar temario para estudiarlo por nuestra cuenta, y además, nos van a quitar dos semanas de vacaciones en junio en las que a mí me habría gustado trabajar para ganar dinero o simplemente disfrutar de mis vacaciones después de 9 meses estudiando".



No obstante, entiende que ante una situación así se tengan que tomar medidas para frenar la expansión del virus, pero al mismo tiempo se pregunta si, con todos los estudiantes que vuelven a sus lugares de origen, también viaja el COVID-19.



Junto a esta joven de 19 años, el martes por la tarde regresaron a su casa otros amigos suyos del pueblo que también están estudiando en Madrid y se preguntan qué van a hacer estos días para dejar de lado el aburrimiento.



En otros casos, han cerrado la residencia donde viven en Madrid y se han visto en la obligación de regresar a casa de los padres "sí o sí".



Es el caso de Lara, que estudia en la Universidad Complutense de Madrid y vive en una residencia, lo cual también le supondrá un problema porque su estancia acaba el 1 de junio y tendrá que ampliar el contrato, por lo que teme que le salga "carísimo".



También le parece "fatal" que amplíen las clases dos semanas más porque "hay gente que tiene viajes organizados para verano", además de que cree que "ahora no deberían mandar ni deberes, ni trabajos, ni temario para estudiar por nuestra cuenta".



De la misma opinión es Alicia, universitaria de otro municipio de Toledo, Argés, que estudia en el campus de la Universidad de Alcalá de Henares en Guadalajara y vive en un piso con un contrato de una duración determinada, que también tendrá que ampliar.



Alicia es también de la opinión de que, tanto los profesores como los estudiantes van a trabajar el doble, porque "nos mandan deberes ahora y también nos mandarán en junio", y no cree que alargar el calendario sea la mejor solución.



El cierre de los colegios ha conllevado, de igual forma, un problema para los padres que tienen hijos y no saben con quién dejarlos porque las personas mayores son vulnerables al virus.



Sin embargo, Luis y Carmen son un matrimonio conquense que desde este martes se están haciendo cargo de sus nietos, de 4 y 8 años, que viven en Madrid.



Tras el anuncio de suspensión de las clases en la comunidad vecina, los propios abuelos llamaron para que los nietos se quedasen con ellos en la capital conquense, que además es una de las pocas provincias españolas que este miércoles está todavía libre de coronavirus, sin casos positivos registrados.



Luis ha explicado, en declaraciones a Efe, que sus nietos están "encantados de estar aquí, sin ir al colegio", aunque desde el primer día están recibiendo tareas escolares que se encargarán personalmente de que hagan y ha manifestado que, para ellos, también es "muy agradable" tenerles ahí.



Otras personas han optado por trasladar a sus hijos temporalmente a localidades de Toledo y, en algunos casos, desplazarse también los padres, si tienen opción de teletrabajo.



En este sentido, el alcalde de Domingo Pérez, Gregorio Carvajal, ha indicado a Efe que a su pueblo ya hay algunas personas que se han venido o que han traído a sus hijos para dejarlos al cuidado de familiares, entre ellos una prima suya.



En otros municipios toledanos cercanos a Madrid como Yuncos o Seseña, las alcaldesas de ambas localidades, María José Gallego y Silvia Fernández, respectivamente, han apuntado que no les constan casos similares si bien sí hay gente que trabaja en Madrid pero vive en su municipio o viceversa.