La declaración del estado de alarma por la pandemia del coronavirus ha propiciado una disminución del 40 por ciento del tratamiento del infarto, según un registro llevado a cabo por la Asociación de Cardiología Intervencionista de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) durante la primera semana de confinamiento, que indica que en Castilla-La Mancha la disminución ha sido del 67%.
Para el análisis se ha llevado a cabo una encuesta telemática a 71 Servicios de Cardiología de las 17 comunidades autónomas donde se realizan procedimientos de código infarto. Realizando una comparativa entre la semana del 24 de febrero al 1 de marzo (antes del inicio de la pandemia) y la del 16 al 22 de marzo (durante la pandemia), se ha apreciado una reducción del 57 por ciento en la realización de pruebas diagnósticas.
Asimismo, se ha producido un 48 por ciento menos de procedimientos terapéuticos coronarios, una reducción del 81 por ciento en las intervenciones de procedimientos estructurales, y un 40 por ciento menos de angioplastias primarias realizadas en casos de infarto agudo de miocardio (IAM).
Se ha reportado también un leve incremento en el uso de trombolisis (tratamiento del infarto con fármacos intravenosos) y, tal y como muestran los datos obtenidos, que van a ser publicados próximamente en la revista científica 'REC: Interventional Cardiology', se ha diagnosticado infección por Covid-19 en 17 cardiólogos intervencionistas (5%).
"Nos preocupa esta situación porque la reducción no responde a la realidad epidemiológica sino probablemente al miedo de los pacientes a contagiarse de Covid-19 si van al hospital. Es notable el riesgo de incremento de morbimortalidad que esto puede representar, sobre todo en el caso del infarto agudo de miocardio. Tememos una acumulación de casos críticos cardiovasculares pasada la crisis del coronavirus. No va a ser fácil de manejar", ha comentado el primer firmante del estudio, Oriol Rodríguez Leor.
Por otra parte, los resultados sugieren que este aspecto producirá un incremento en la mortalidad cardiovascular a corto y largo plazo, con pacientes que presenten muerte súbita extrahospitalaria, ruptura cardiaca o infartos extensos, cuadros médicos que habían conseguido reducirse sustancialmente en España tras la implementación a lo largo de la última década del código infarto en todas las comunidades autónomas.
Las regiones donde se han apreciado mayores tasas de disminución de tratamientos para el IAM durante esta última semana han sido Extremadura (-85%), Castilla la Mancha (-67%) y Andalucía y Asturias (-56%). En el otro lado de la balanza se sitúa La Rioja, donde no se han registrado diferencias, y País Vasco (-8%) y Galicia (-11%), donde la reducción ha sido más modesta.
"Las sociedades científicas y autoridades sanitarias, en el momento actual, debemos seguir promoviendo estrategias para que los pacientes con infarto accedan lo antes posible al sistema sanitario para poder recibir el tratamiento de reperfusión de la forma más adecuada", ha explicado el especialista.
Dicho esto, ha recordado que los servicios de Cardiología, pesar de la pandemia, siguen preparados para atender a pacientes cardiovasculares en estado agudo con la "misma excelencia de siempre". "Pedimos a los pacientes que si sienten síntomas de infarto llamen inmediatamente al 112 para que se active el código infarto, que tan buenos resultados ha demostrado en los últimos años", ha zanjado Cequier.