La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha donado 8.000 euros al programa extraordinario de mecenazgo que ha puesto en marcha la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y además ha adquirido 923 batas impermeables para ser distribuidas entre trabajadores de centros de salud, hospitales, centros de mayores y residencias asistenciales para contribuir en la protección de todas las personas que están en primera línea de fuego en la lucha contra el coronavirus.
La aportación de 8.000 euros a la UCLM responde a la iniciativa de la institución académica de elaborar material por impresión 3D, realizar pruebas diagnósticas y fabricar respiradores para pacientes críticos de coronavirus. Por otro lado, aunque la forma habitual de colaboración es a través de la donación directa de productos, ha sido el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) el que ha concretado que las batas impermeables son el producto más demandado y se encargará de su distribución tras la adquisición de 923 unidades por parte de CSIF a una empresa de Albacete.
El Comité Ejecutivo Autonómico de CSIF Castilla-La Mancha ha acordado esta donación para ofrecer su “granito de arena dentro del océano” que supone la lucha contra el coronavirus, no sólo a nivel económico con el esfuerzo de un sindicato que se sostiene únicamente con las cuotas de sus afiliados, sino también a nivel humano en una batalla “con todas las fuerzas”.
En este sentido, el pasado 13 de marzo, antes de la declaración del estado de alarma, "ya puso a sus delegados y liberados al servicio de la Administración en todos las áreas donde fueran requeridos. Fruto de este compromiso, tras la incorporación voluntaria a sus puestos de trabajo, once compañeros han sufrido contagio de coronavirus y además otros cinco se encuentran en cuarentena".
CSIF, consciente de su papel como agente social, subraya que "en estos momentos complicados es más necesaria que nunca la acción sindical para defender los derechos y la seguridad de los trabajadores en todos los ámbitos.
Así, el sindicato reclamó ya el 27 de enero un Protocolo de Prevención y Actuación frente al coronavirus en las Administraciones para los trabajadores que podrían estar expuestos a un posible contagio, y desde entonces no ha parado de denunciar la necesidad de dotar de equipos de protección individual (EPIs), adecuados y suficientes, a la plantilla del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), el personal de residencias asistenciales y de mayores, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y Seguridad y a trabajadores de la empresa privada encuadradas dentro de los servicios esenciales, así como el uso masivo de test rápidos de diagnóstico a todos ellos".
En este sentido, CSIF se ha visto "obligada" a recurrir a la vía judicial "por la exposición de los trabajadores a situaciones de contagio sin contar con equipos de protección adecuados, entre ellos al menos 642 profesionales sanitarios con positivo en coronavirus: la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia ha incoado las oportunas diligencias de investigación penal tras la denuncia presentada por el sindicato".
Además, CSIF ha denunciado al ministro de Sanidad ante la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo por "su gestión ante el coronavirus, ya que la falta de previsión y material de protección pueden constituir delitos contra los trabajadores por infracción de normas de prevención laboral, de lesiones y homicidio imprudente".
CSIF continuará defendiendo la necesidad de adquirir equipos de protección adecuados para todos los trabajadores expuestos al contagio y el empleo de test para todos los empleados de servicios esenciales.