Lo contaba este martes el programa de La Sexta Al Rojo Vivo. Clara viajó hasta Madrid desde Quintanar del Rey (Cuenca) para enfrentarse a la pandemia en la primera líneapero, tras dar positivo en coronavirus, su casero, con quien compartía piso mediante un contrato verbal,la expulsó.
La joven de 31 años ya había vivido en diciembre y en enero en ese piso pero, tras finalizar su contrato, volvió a Castilla La-Mancha yno regresó a la capital hasta que no la llamaronparahacer frente al coronavirus.
"Me dicen que me tengo que ir porque soy una egoísta, porque sabiendo que estaba en una planta de coronavirus podía contagiarles", ha explicado.
"Tuve que llamar al 091 porque en aquel momento no sabía cuál era mi posición legal y la Policíame dice que no tengo que abandonar la vivienda, que lo que prima en este sentido es lo que diga Sanidad y no el propietario del piso, pero él me culpabiliza y la Policía tiene que acabar viniendo a la vivienda", ha continuado.
Tras una discusión, Clara Serrano ha explicadoque decide llamar al sindicato de enfermeríapara encontrar otro piso, ya que se niega a compartirlo con sus hasta entonces compañeros a pesar de tener derecho a ello.
"La Policía les explica que hay que esperar, queno se podía hacer con la exigencia que ellos querían", ha narrado la enfermera, que ha asegurado que sin embargo sus compañeros de piso, incluido su casero, "eran de esos que salían puntuales a las 20:00 a aplaudir a los sanitarios".
Una situación "muy dolorosa" para Clara Serrano. "Yo no lo sentía de forma individual, sino colectiva.Lo sentí como un rechazo y un repudio grande", ha añadido.
"Yoentiendo que la gente le tenga pavor y terror a esta enfermedad, pero las maneras de decirlo no fueron muy otordoxas", ha recordado.
Poco después el SATSE le consiguió plaza en uno de los hoteles medicalizados de la Comunidad de Madrid. "Están dando un servicio increíble, el personal es maravillo. Me traen revistas, notas de amor", ha explicado.
Clara Serrano del Rey aún sigue en cuarentena, pero espera dar negativo en el próximo test para poder volver a la primera línea. "A ver si hay suerte y doy negativo y me puedo incorporar de nuevo a la lucha", ha zanjado la enfermera, asegurando que los sanitariostienen "un sentido de responsabilidad moral, aunque los medios no sean los mejores": "Hay que hacerlo, y nuestro deber es ese".