Profesionales de los equipos educativos de la ONCE, con más de 1.500 personas de diferentes especialidades, se vuelcan estos días en #ColeVirtual para, en colaboración con las comunidades autónomas, garantizar la inclusión y la actividad educativa de 7.500 alumnos y alumnas ciegos e impedir que nadie se quede atrás. En Castilla-La Mancha son 17 los profesionales que dan cobertura a 322 estudiantes con discapacidad visual.
"Esta labor se realiza online y gracias a la imaginación y creatividad que comparten profesorado, alumnos y alumnas y las familias de éstos, así como a las plataformas accesibles con las que pueden intercambiar información que permita continuar el curso como unos estudiantes más", ha informado la organización en un comunicado.
Desde sus domicilios, los maestros de la ONCE se han adaptado a la situación y, gracias a las nuevas tecnologías, siguen manteniendo el contacto con el alumnado ciego o con discapacidad visual grave, a la vez que lo hacen con su profesorado habitual y tutores de sus centros educativos.
Como Lucía López García, una niña sordociega de Almodóvar del Campo (Ciudad Real) que es atendida estos días desde Puertollano por su maestro de apoyo de la ONCE, Ángel Céspedes, siempre contado también con la ayuda de la madre de la alumna.
El equipo de docentes, técnicos y educadores y educadoras de la ONCE diseña boletines de actividades con ideas, materiales y temarios accesibles, la mayoría facilitados por los servicios bibliográficos de la Organización, que mantienen estos días su actividad para dar respuesta a estas necesidades.
También mediante medidas imaginativas como lo que llaman "dar luz al braille", que aplican en Granada: al terminar los deberes de cada día, hechos en braille por los estudiantes, los padres los fotografían, los pasan por "guasap" a los profesores de la ONCE, estos los transcriben, los devuelven y están listos ya para enviar a sus coles, como el resto de alumnos.
Además de las tareas habituales, se suman actividades lúdicas, manualidades y recetas de cocina que permiten al alumnado pasar tiempo en familia y al mismo tiempo divertirse y familiarizarse con el uso de las nuevas tecnologías.
El equipo educativo específico de la ONCE se reúne cada semana para organizar el trabajo que posteriormente envían a las familias. Ponen sus ideas en común y de ahí salen los boletines de actividades