La pandemia de coronavirus se está cebando especialmente con Castilla-La Mancha, donde ya han perdido la vida al menos 2.075 personas a causa de la enfermedad y otras 534 han pasado o aún se encuentran en las UCIs de los hospitales de la región. A las dificultades generadas por el COVID-19 se suman el aislamiento al que se enfrentan los pacientes y la brutal presión asistencial que han tenido que soportar los sanitarios, en muchas ocasiones desprotegidos frente al virus y sin todos los medios que necesitaban a su alcanza. Por eso, las secuelas psicológicas que está dejando esta crisis en los profesionales, los hospitalizados y sus familias ya se hacen notar, por lo que el Servicio de Salud Público de Castilla-La Mancha (Sescam) ha tomado cartas en el asunto.
El Servicio de Salud de Castilla-La Mancha ha suscrito esta semana un convenio de colaboración con el Proyecto HU-CI cuya finalidad es contribuir a la prestación de apoyo psicosocial en las Unidades de Cuidados Intensivos a pacientes, familiares y profesionales sanitarios en el marco de las necesidades emocionales generadas en la situación actual de crisis sanitaria derivada del coronavirus COVID-19.
Este proyecto, que ha sido propuesto siguiendo las recomendaciones del Plan de Contingencia de las sociedades científicas de Medicina Intensiva, cuenta además con el aval del Colegio Oficial de la Psicología de Castilla-La Mancha, que ha colaborado con el Proyecto HU-CI en la selección de los profesionales entre las personas colegiadas que han presentado curriculum para participar en el mismo, ha informado en nota de prensa el Gobierno regional.
Los recursos económicos para la contratación de los psicólogos han sido aportados por la propia voluntad de colaboración de fundaciones y empresas de la población civil, como la Fundación Reale, MSD, Astrazeneca y Myinvestor.
Esta iniciativa viene a complementar la Estrategia Integrada de Afrontamiento Emocional para la emergencia sanitaria puesta en marcha por el Sescam al inicio de la crisis y que tiene como objetivo general ayudar a los profesionales en el afrontamiento del malestar emocional, ofreciendo a la población estrategias tanto preventivas como de intervención en crisis y en la fase de recuperación posterior a la pandemia.
El convenio firmado por la directora gerente del Sescam, Regina Leal, y el director de Proyecto HU-CI, Gabriel Heras, tiene como objetivo la prestación de apoyo psicosocial, para aquellas situaciones que no tienen carácter clínico, en las Unidades de Cuidados Intensivos de los centros dependientes del sistema sanitario público regional, en función a las necesidades percibidas por las propias unidades
Dicho apoyo se llevará a cabo por parte de Proyecto HU-CI a pacientes, familiares y profesionales, en el marco de las necesidades emocionales generadas por la crisis del Covid-19. Para ello, designará y aportará los profesionales de la Psicología requeridos para cada UCI que participe en el proyecto de intervención.
Dos líneas de intervención
Se desarrollarán dos líneas generales de intervención. Por un lado, presencial, una vez por semana, ofertada para profesionales de UCI en primera línea de intervención y familiares de pacientes con Covid-19.
El profesional de la Psicología que aporta el Proyecto HU-CI podrá integrarse en los equipos profesionales, durante sesiones breves, con el objetivo de favorecer el apoyo intragrupal mediante la expresión de emociones relacionadas con lo vivido. Con respecto a pacientes y familiares, se les ofrecerá acompañamiento para afrontar esta situación excepcional generadora de tensión y malestar.
De otro lado, se contempla una intervención telemática, cuatro días a la semana, ofertada para la atención psicosocial a profesionales de UCI (tanto en primera línea de intervención, como en situación de incapacidad temporal o en aislamiento), familiares de pacientes con Covid-19 y pacientes afectados, que no reúnan criterios para la atención especializada por presentar algún trastorno mental.
Tal y como ha señalado el doctor Heras, el ingreso en una UCI es un acontecimiento altamente estresante y no exento de dificultades emocionales, tanto para el propio paciente como para su familia. Ello es debido a las propias condiciones físicas del entorno, la tecnificación, las alarmas, problemas para el descanso, el dolor, las dificultades de comunicación, debido al propio proceso de enfermedad o a los medios técnicos y farmacológicos necesarios para tratarlo, el miedo a la pérdida de la salud o de la propia vida, así como la falta de autonomía.
El convenio con el Proyecto HU-CI se suma a otras actuaciones desarrolladas en en Castilla-La Mancha bajo el marco de la Estrategia Integrada de Afrontamiento Emocional durante la Emergencia Sanitaria Covid-19. A través de dicha estrategia, se ofrece apoyo a los profesionales sanitarios y sociosanitarios, pacientes y familiares que lo requieran, contando con la importante implicación de los equipos profesionales de Salud Mental de las Gerencias de Área.