La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) en Castilla-La Mancha ha reclamado de manera urgente la dotación de equipos de protección individual apropiados y suficientes y la realización de pruebas diagnósticas para todos los trabajadores de prisiones, ante la detección de "24 casos" en estos centros de la región. El sindicato señala, además, que sólo hay un enfermo por COVID-19 entre los reclusos de Castilla-La Mancha.
"En los seis centros penitenciarios de la región hay actualmente 24 compañeros con positivo: 6 en Albacete; 6 en Herrera de La Mancha; 6 en Ocaña II; 3 en Cuenca; 2 en Ocaña I y 1 en Alcázar de San Juan. A esta cifra se añade que hay más de una treintena de funcionarios que se encuentran en cuarentena, cifra variable a la espera de recibir los resultados de la pruebas de diagnóstico", ha señalado el sindicato en nota de prensa.
CSIF señala que los equipos de protección individual son "insuficientes", además de que "no se están entregando mascarillas FFP2", y subraya que la realización de test de COVID-19 a todos los funcionarios de prisiones "es prioritaria al tratarse de un servicio esencial y para evitar que se propague el coronavirus en el interior de los centros penitenciarios, con el grave escenario que supondría contar con contagios entre los reclusos".
En este sentido, desde CSIF se resalta "la enorme profesionalidad de todos los funcionarios en el desarrollo de su labor, que queda demostrada en el hecho de que sólo hay un interno con positivo entre toda la población reclusa: se encuentra en Herrera de La Mancha y se han tomado medidas preventivas por parte de la dirección del centro para evitar aglomeraciones en zonas comunes y para organizar turnos de comidas teniendo en cuenta que la prisión es un medio cerrado y la aplicación de la distancia social es más difícil de aplicar".
Prevención
Para continuar con la prevención, CSIF incide en que a pesar de reclamar la semana pasada que no se reanudaran los talleres productivos, cerrados desde el 19 de marzo, "en Ocaña I se pusieron en funcionamiento este lunes con la participación de 24 internos, con el consiguiente riesgo que supone".
Actualmente, han sido "desinfectados" todos los centros penitenciarios por efectivos de la Unidad Militar de Emergencia (UME), pero CSIF añade la recomendación de instalar arcos de desinfección de vehículos y trabajadores para la protección del personal penitenciario a la entrada de los centros.
En cuanto a incidentes regimentales en los centros, sólo ha existido uno reseñable ocurrido el pasado 9 de abril en Ocaña I con quema de papeleras y contenedores, altercado contenido por los funcionarios del centro. "Este suceso es una muestra de la tensión en las prisiones españolas por la crisis sanitaria del coronavirus. En este sentido hay que resaltar la labor y experiencia de los funcionarios para evitar que existan este tipo de problemas que dificultan la convivencia normal", ha afirmado.
Por último, CSIF lamenta el fallecimiento de un compañero funcionario de prisiones la semana pasada en el centro penitenciario de Cuenca y el del Guardia Civil destinado en la prisión de Herrera de La Mancha en marzo.