El director general de Recursos Humanos del Sescam, Íñigo Cortázar, ha asegurado este sábado que, a fecha de 24 de abril, han sido un total de 3.006 profesionales sanitarios de todas las categorías profesionales del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha los que se habían contagiado de COVID-19. De ellos, 1.878 han se han curado.
En rueda de prensa, Cortázar ha explicado que esos 3.006 contagiados suponen el 16,5 por ciento del total de personas que han dado positivo por coronavirus en la región --18.053 a día de ayer-- y que este porcentaje está en la media del sistema de salud nacional, al estar este colectivo profesional "en la primera línea de combate".
Dicho esto, el director general de Recursos Humanos del Sescam ha añadido que hay poco más de 1.000 profesionales que están pendientes de ser sometidos a una nueva prueba o de conocer el resultado de la misma y que se mantienen aislados en sus domicilios.
"Estamos actuando con exquisita prudencia. Al menor síntoma se decreta el aislamiento y la incapacidad de trabajar", ha defendido.
Preguntado sobre si el número de profesionales sanitarios contagiados se ha incremento por el uso de las mascarillas defectuosas, ha asegurado no tener datos relativos a esa posible infección por el uso de dicho modelo de mascarillas que fueron objeto de alerta sanitaria.
Ha añadido que el pasado 20 de abril el Sescam dictó un criterio para manejar a estos profesionales, en virtud de la cual cualquier trabajador sanitario que refiera haber usado dichas mascarillas ha de ponerse en contactos con los servicios de prevención, para someterse a una prueba determinada por los médicos de salud laboral, tanto los sintomáticos como los asintomáticos.