El ministro de Sanidad Salvador Illa ha dado cuenta en la tarde de este jueves de las condiciones en las que se podrá salir a hacer deporte y a pasear a partir de este sábado 2 de mayo.
La Orden Ministerial refleja que estará autorizada la actividad física individual de 6:00 a 10:00 horas y de 20:00 a 23:00 horas dentro de los límites del municipio de residencia. Esta franja también está reservada para paseos de una o dos personas con la condición de que no sea más allá de un kilómetro del domicilio.
Asimismo, la franja de 10:00 a 12:00 horas y de 19:00 a 20:00 horas está a disposición de mayores de 70 años y dependientes que precisen cuidadores, por lo que la salida de los niños ahora se restringe de 12:00 a 19:00 horas.
En municipios de menos de 5.000 habitantes no se aplicarán ninguna de estas franjas horarias al considerarse innecesario repartir a la población para evitar aglomeraciones.
Las personas con síntomas compatibles con la enfermedad de la COVID-19 o que se encuentren en cuarentena tras haberse contagiado o por haber estado en contacto con una persona portadora del virus no estarán autorizados a disfrutar de estos paseos ni a salir a hacer deporte, ha precisado el ministro en una rueda de prensa desde el Palacio de La Moncloa.
Huertos de autoconsumo
Illa ha firmado este jueves una orden que permitirá cuidar los huertos particulares destinados al autoconsumo atendiendo así a una de las reivindicaciones que le habían trasladado desde el ámbito rural, donde muchos ciudadanos veían con impotencia la prohibición de ir a atender sus cultivos si estos no estaban destinados a la comercialización.
Como había avanzado horas antes en el Congreso de los Diputados, Illa, como autoridad competente delegada bajo el estado de alarma, ha firmado una orden que autoriza los desplazamientos para ir a atender los huertos particulares, siempre que se encuentren "en el mismo municipio o término municipal adyacente", ha precisado el ministro.
La orden recoge una "única excepción" para casos en los que se requiera salir del municipio o término municipal adyacente: si existe la necesidad de "cuidar animales o huertos de autoconsumo". Eso sí, ha precisado Illa, "se tienen que realizar los mínimos desplazamientos posibles y siempre de acuerdo con las normas dictadas por las autoridades competentes". Los trabajos en el huerto habrán de realizarse de forma individual, salvo si se acompaña a menores o personas con discapacidad.
Esta norma entrará en vigor el sábado 2 de mayo, y no hoy como había anunciado el ministro en su comparecencia en el Congreso de los Diputados.
Ya el pasado 22 de abril, el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, avanzó que el Gobierno atendería "muy pronto" esta demanda que le habían hecho llegar algunos presidentes autonómicos como los dirigentes de Navarra, María Chivite, y Aragón, Javier Lambán. Sánchez dice que tendrá en cuenta "muy pronto" la petición de dar permiso para ir al huerto
"Quiero que entiendan que el Gobierno ni quiere ni puede ni debe contemplar toda la casuística en esta desescalada y es importante el aporte y conocimiento desde los territorios", se excusó entonces el presidente del Gobierno durante un debate en el Congreso cuando diputados de UPN y Teruel Existe le exigieron atender la reivindicación.
No hay evidencia de que el calor ayude a mitigar la pandemia
Por otra parte, Illa ha señalado que todavía "no hay evidencia científica concluyente" de que la llegada del calor, coincidiendo con la entrada de buenas temperaturas por la cercanía del verano, pueda atenuar la intensidad de propagación del virus del Covid-19.
Una de las hipótesis con las que está trabajando la comunidad científica es la opción de que el coronavirus sea menos transmisible en presencia de un clima cálido y húmedo, una posibilidad que podría reducir la incidencia del Covid-19 según avance la primavera, se vayan acercando los meses de verano y haga más calor.
Se sabe que algunos virus de tipo respiratorio, como el de la gripe, se propagan más durante los meses de clima frío, y que, por lo general, los demás coronavirus conocidos sobreviven peor a temperaturas más altas y mayor humedad que en entornos más fríos o más secos. Hay algunas razones que sustentan la estacionalidad de los virus en regiones templadas, pero aún falta información sobre si esta teoría puede aplicarse al nuevo coronavirus.
Entre las razones que podrían apoyar la hipótesis de una menor transmisión en primavera y verano están las puramente ambientales (posible menor transmisión con frío y poca humedad), las relacionadas con la actividad humana (más convivencia en interior en invierno, lo que aumenta los contactos) y las vinculadas al funcionamiento del sistema inmunitario (algunos estudios apuntan a una inmunidad general más débil en invierno).
Además, hay datos ecológicos que podrían explicar estas hipótesis, como la diferente velocidad de propagación entre zonas geográficas con factores climáticos diferentes. Investigaciones previas en virus similares sugieren una disminución en la intensidad de transmisión asociada a un aumento en la temperatura y la humedad relativa. Algunos estudios preliminares realizados sobre patrones climáticos en relación con el SARS-CoV-2 apoyarían esta posibilidad.
Según un informe del Grupo de Análisis Científico del Coronavirus, creado por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), publicado el pasado 20 de abril, aún no existen evidencias científicas suficientes para afirmar que el coronavirus sobrevive peor con el calor y que la pandemia podría atenuarse con la llegada de temperaturas más altas o con un clima más húmedo, pese a que hay estudios preliminares que apuntan en esa dirección.
En rueda de prensa, Illa ha insistido, basándose en la opinión de los "responsables y técnicos" del Ministerio, que "no hay nada concluyente" al respecto. "Es verdad que algunos coronavirus se comportan con el calor de una forma que remite el contagio, no sobreviven en buenas condiciones con esas características. Ojalá sea el caso de este virus, pero aún hay muchas cosas que desconocemos", ha reconocido.
En cualquier caso, ha apuntado que, si se analiza la evolución de la epidemia en España, las partes más calurosas de España tienen unos índices epidemiológicos mejores. "No me trasladan que haya evidencia científica concluyente al respecto. Tampoco en lo que respecta a la contaminación", ha apostillado.
Según un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Martin Luther Halle-Wittenberg (Alemania), los niveles elevados de dióxido de nitrógeno en el aire pueden estar asociados con un alto número de muertes por Covid-19. Su investigación revela que las regiones con niveles de contaminación permanentemente altos tienen significativamente más muertes que otras regiones.
El pasado martes, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, reconoció que las hipótesis de que el calor puede afectar al coronavirus van teniendo "más respaldo", si bien ha avisado de la dificultad que existe para comprobar esta teoría. Al igual que Illa, el epidemiólogo comentó que hay virus similares a los que les afecta el clima, y otros también similares que dejan de transmitirse, o tienen un nivel "muy bajo" de transmisibilidad, a final de la primavera o en verano. Sin embargo, indicó que es un virus todavía desconocido en muchos aspectos, por lo que resulta "difícil" comprobar si se va a ver afectado por la climatología.