La inmunóloga Margarita del Val cree que el distanciamiento social sigue siendo fundamental y advierte: “Que nadie piense que este es el final de la pandemia y ya veremos si en otoño vuelve”; si no se tiene cuidado una segunda oleada de la COVID-19 “puede volver inmediatamente”.



Del Val desempeña su labor investigadora en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa y además coordina la plataforma multidisciplinar Salud Global del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, que agrupa a 150 equipos.

Desde virólogos a matemáticos, economistas o sociólogos, para tener una visión global de la pandemia: origen, prevención, enfermedad, contención, tratamiento, impacto y divulgación.

Un equipo de expertos que aplican sus conocimientos, “en todos los campos del saber, a este reto tan tremendo para toda la sociedad, que es la pandemia por el coronavirus” y mirar al futuro porque, “a lo mejor, esta no es la única que nos llega”, explica a Efe la científica.

Pregunta: En breve podremos empezar a salir a la calle, pero el pasado domingo, cuando lo hicieron los niños, se vieron algunos comportamientos poco responsables ¿Si no tenemos cuidado se puede ir hacia atrás?

Respuesta: Sí que podemos. Tenemos que ser sensatos y no solo dejar de hacer aquello que nos prohíben con multas. Sé que la mayoría de la población es muy responsable, no quiero meter miedo a la gente, pero nos tenemos que dar cuenta de que el distanciamiento social lo tenemos que mantener, es la única manera de restringir un poco los contagios y, por tanto, las muertes.

Esto puede volver antes de que hayamos salido de esta oleada, puede volver inmediatamente. En Hong Kong tardó en volver solo tres semanas y en Singapur han solapado la primera oleada con la segunda. A nosotros nos pueden pasar.

P: ¿Entonces, no es solo que pueda haber un rebrote en otoño?

R: Las oleadas no dependen de que llegue el otoño, que nadie se crea que esto ha pasado hasta el otoño, que nadie se crea que esto es el final de la pandemia y ya veremos si en otoño vuelve. Esto puede volver antes de que hayamos salido de esta oleada, puede volver inmediatamente.

Cuando empieza una pandemia hay mucha población susceptible de infectarse, lo que prima no es el calor o el frío, lo que prima es cuánta población puede ser contagiada y ahora hay todavía mucha. Fue así también hace poco, en la pandemia de gripe A del 2009, que fue benigna, pero que se expandió por el mundo durante todo el verano.

P: Acaba de comenzar el estudio de seroprevalencia sobre la COVID-19, ¿para qué va a servir?

R: Este estudio nos va a decir el porcentaje aproximado, con bastante certeza, de personas que ya han pasado la infección. Si, por ejemplo, la ha tenido un cinco o diez por ciento es una cantidad notable, pero eso quiere decir que el 90 o 95 % seguimos siendo vulnerables. El estudio ayudará a saber cuánto tiempo y con qué grado de intensidad tiene que ser el confinamiento.

Nos va a dar también un valor más certero de cuántas personas, y por escalas de edad, lo han pasado asintomáticas y la tercera información, que es importante de cara al manejo clínico, es la tasa de mortalidad real para cada tipo de población.

P: ¿Las personas que han pasado la COVID-19, se sabe si generan anticuerpos y durante cuánto tiempo?

R: Esto tiene cuatro meses y más no podemos saber, pero sí que podemos saber un poco de este coronavirus por su hermano el SARS, de 2003, y su primo el MERS, de 2012. Ahí sí que se ha medido que durante dos o tres años se tiene una buena inmunidad general de la población.

En general vamos a tener inmunidad, lo que no sabemos es si va a ser como la de la varicela, que la pasas una vez en tu vida y nunca más, ¡ojalá! Pero siempre que hay algo de inmunidad hace que la segunda infección sea más benigna, puede ser incluso sin síntomas. En términos generales yo creo que se puede dar un mensaje tranquilizador, sin excluir que haya excepciones en casos concretos y que aprendamos cosas.

P: ¿Una aplicación de móvil para trazar contactos puede ser útil para detectar nuevos contagios?

R: Yo creo que es muy importante. Además es baratísimo, no tienes que estar testando regularmente a todo el mundo a ver si están contagiados o no. Con una aplicación se trazan los contactos y se puede saber si has estado lo suficientemente cerca y el suficiente tiempo de una persona que ha dado positivo.

Para mí es imprescindible que los datos se queden en mi teléfono y que, si soy positivo, solo yo decida si lo comparto. En ese momento me puede poder la privacidad a salvar vidas, pero si pienso que a quien se los voy a dar es de confianza, solo los va usar para avisar a mis contactos, nunca van a saber ni quien soy yo y estoy ayudando a que alguno de mis contactos no muera, me parece superimportante.

P: ¿Esta puede no ser la última pandemia?

R: Cada vez surgen más porque la evolución de la sociedad humana es bastante rápida y estamos cambiando determinadas cosas que favorecen las pandemias, quizás sobre alguna, uno diría: pues yo estoy a favor de cambiarlas.

La globalización, también tiene sus riesgos y es que tardamos nada, 24 horas, en llevar la pandemia de un sitio a otro. La invasión de los hábitat de los animales que hace más fácil que los virus, las bacterias, los parásitos salten a las personas o el cambio climático que tiene también un componente de salud importante.Por otro lado, tenemos una medicina tan buena que tenemos una esperanza de vida más larga y una población más anciana que, cuando viene una pandemia, es más vulnerable.