El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, los sindicatos CCOO y UGT y la Confederación de Empresarios de la región (Cecam) han firmado este lunes el Plan de Medidas Extraordinarias para la Recuperación Económica de la región con motivo del COVID-19.
Page ha conseguido con los agentes sociales lo que todavía no ha podido hacer con los partidos de la oposición política, llegar a acuerdos para afrontar el futuro económico de Castilla-La Mancha, que puede entrar en breve en la peor recesión de su historia.



La singularidad de este nuevo acuerdo es que se ha firmado en pleno confinamiento por la pandemia del coronavirus. En otras ocasiones la foto de la firma fue la habitual y tópica imagen de los protagonistas con las manos unidas al centro mientras posaban para los fotógrafos y los cámaras de televisión. En este caso era una imagen imposible debido a las medidas impuestas por el estado de alarma que, entre otras cosas, ordenan respetar la llamada distancia social.



Numerosos lectores de EL DIGITAL CLM se han dirigido a la redacción para denunciar algo obvio derivado de la imagen difundida por el propio Gobierno regional y que este periódico ha publicado en portada para ilustrar la noticia de la firma del pacto. En esa imagen se ve a Page y a los agentes sociales incumplir algunas de las normas del confinamiento: No guardan la distancia social ni llevan guantes ni mascarillas. Pero no solo ellos incumplen la normativa sino también el grupo de personas que va detrás, también sin mascarillas ni guantes y como apelotonados en la galería del Palacio de Fuensalida.



Lo curioso es que en el resto de las imágenes publicadas por la Junta se respetan escrupulosamente las normas del confinamiento: Firman uno a uno, hablan ante el micro de forma individual y en la foto de familia en el patio del palacio están distantes unos de otros. El problema de esta imagen no es que se arriesguen a pillar el virus sus protagonistas ya que suponemos que tienen controlado su estado de salud, sino el mal ejemplo que supone para el resto de ciudadanos. Siendo ellos mismos los que piden continuamente que se respeten con rigor las medidas contra el coronavirus, no pueden ser los primeros en incumplirlo, tal como manifiestan nuestros lectores.