El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha adelantado que el sistema hospitalario de la región ha arrancado este lunes con menos de un centenar de pacientes atendidos con respirador en Unidad de Cuidados Intensivos, primera vez que ocurre desde que los peores momentos de la pandemia.
En una entrevista con TVE recogida por Europa Press, ha indicado además que las personas ingresadas afectadas por COVID-19 se sitúa en el entorno del medio millar, después de haber llegado a contar hasta 3.700 en los días más críticos.
Así, ha puesto de manifiesto que en Castilla-La Mancha, pese a que solo hay dos de sus cinco provincias (Cuenca y Guadalajara) estrenando la fase 1 este lunes, "no hay problemas asistenciales" ni falta de recursos para hacer frente al coronavirus.
Reparto del fondo no reembolsable del Estado
Por otra parte, el presidente regional ha esgrimido datos como los pacientes atendidos, el número de casos de COVID-19 en la región, las atenciones en Unidad de Cuidados Intensivos o los test y el material adquiridos por cada administración autonómica para reclamar un reparto del fondo no reembolsable articulado por el Estado que prime a las regiones que más daño han sufrido durante la crisis sanitaria. Así, ha abundado en que en Castilla-La Mancha, por ejemplo, "se ha contratado tanto personal sanitario como en toda Andalucía", al tiempo que se han registrado más casos.
Con todo, insiste en que si el dinero del primero tramo del fondo no reembolsable --6.000 millones de euros-- tiene como destino combatir el daño causado por el virus, habrá que tener en cuenta el desembolso de cada región para atender la pandemia y no solo el número de habitantes.
Tras reconocer que habrá competencia entre regiones a la hora de percibir estos fondos, ha reparado en que el objetivo de ese dinero es "combatir y compensar el daño extraordinario" que ha sufrido cada administración. "Digo yo que tendrá que ir en función de quién compra más pruebas, quién contrata a más gente o quién tiene más pacientes", ha añadido.
Así, ha esperado que se cumplan estos criterios, toda vez que el hecho de haber sumado muchos datos de fallecidos y contagiados está suponiendo "daño político", por lo que no entendería que ahora esos mismos parámetros no sirvieran para ser merecedores de más fondos.
En todo caso, ha recordado que del total de 16.000 millones de el fondo no reembolsable, se articulará un segundo tramo de 4.000 millones de euros ideado para compensar el daño económico en cada una de las regiones.
En este punto, ha reconocido que habrá que aplicar "criterios de justicia objetiva", entendiendo que regiones como Canarias o Baleares "podrán reclamar más dinero" por sufrir más la consecuencia del parón económico derivado del cierre total del turismo. "Hay algunos presidentes que reclaman más dinero porque dicen que han hecho un trabajo preventivo (...) pero se trata del coste efectivo", ha redundado.