La crisis sanitaria provocada por la pandemia de coronavirus no ha terminado. "No es momento de celebraciones, sino de preparativos", advierteHans Kluge, el director regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa, quien en una entrevista en exclusiva para‘The Telegraph’ha dicho que unasegunda ola de este virus mortalpodrá surgircoincidiendo además con otras enfermedades infecciosas.
Defiende así que los países deberían aprovechar este tiempo con prudencia y comenzar afortalecer los sistemas de Salud Pública, así como adesarrollar capacidades en hospitales, Atención Primaria y Unidades de Cuidados Intensivosya que recuerda que el virus ha puesto en jaque a los sistemas de salud más fuertes en un par de semanas, por lo que es crucial trabajar en que estos estén mejor preparados para lo que pueda ocurrir en el futuro.
"Singapur y Japón comprendieron desde el principio que este no es un momento de celebración, es un momento de preparación. Eso es lo que están haciendo los países escandinavos: no excluyen una segunda ola, pero esperan que sea localizada y puedan saltar de un lado a otro rápidamente ", explica, expresando su preocupación poruna doble ola de COVID-19 y de gripe estacional o sarampión. Ésta, remontándose a lo que ocurrió con la gripe española, advierten de que podría ser más mortal que la primera.
De hecho, "lafatiga por las restricciones amenazalos valiosos triunfos que hemos obtenido contra el virus. La desconfianza de las autoridades, las teorías de la conspiración y alimentar movimientos contrarios al distanciamiento social y físico" ponen en peligro a nuestras sociedades en un momento clave.
En este sentido, Kluge avisa, según publica EFE, de que el comportamiento que tengamos hoy, cuando empiezan a levantarse las restricciones, determinará el curso de la pandemia y "qué camino seguimos: uno que nos lleve a la nueva normalidad o uno que nos lleve de vuelta a las restricciones de movimiento y de interacciones sociales". Por ello, insta a"seguir las recomendacionesde las autoridades nacionales, limitar las interacciones sociales, lavarse las manos, mantener distancia física y reducir riesgos para los más vulnerables".
Y, recuerda que hay ya 39 países en Europa que han iniciado el levantamiento de restricciones, un momento en el que "no hay lugar para la complacencia", por lo que hay que seguir vigilantes, añadió Kluge, porque "en la última semana han emergido grupos (de infectados) en sitios como Wuhan (China) y Corea del Sur, donde el virus parecía haber desaparecido, un recordatorio de que la amenaza de que resurja el virus nunca está lejos".
Así, a la espera de la llegada de una vacuna, insta a no relajarse ycontinuar con las medidas que fijan las autoridades sanitariasya que “donde no hay salud, no hay economía” y, por tanto, "la salud pública merece su lugar en la parte superior de la agenda”. Además, insta a los gobiernos a "escuchar" a sus poblaciones, ganarse su confianza y hacer una comunicación efectiva de lo que sucede.
Respecto al retorno del turismo y la apertura de fronteras de cara al verano, los expertos de la OMS evitaron por el momento pronunciarse abiertamente y se limitaron a indicar que esto dependerá del detallado análisis de riesgos que hagan los países, para entender cuál es elriesgo de transmisión local y de la interacción con los países de los que llegan los turistas.
Los datos, señalan, están ahora empezando a llegar, pero todavía se desconocen muchas cuestiones de la enfermedad. "Vivimos en un planeta lleno de virus" y no sabemos aún lo que va a ocurrir con este, explica Kluge.
Podría ocurrir que el SARS-CoV-2 "se convierta en unvirus endémico, como otros virus estacionales del grupo de los coronavirus, y otra opción es quepueda mutar", y hay que vigilar de cerca "cómo se comporta el virus, cómo se comporta la población humana, y las intervenciones sobre las que podemos influir". Por tanto, "no es momento de celebraciones, sino de preparativos", advierte.