Las inspecciones que se están haciendo en las residencias de mayores de Castilla-La Mancha desde que se inició el estado de alarma por la pandemia de la COVID-19 están constatando que hay una respuesta desigual a los requerimientos que se le han hecho, en muchas ocasiones por el diseño de los centros. Así lo ha indicado este miércoles la consejera de Bienestar Social, Aurelia Sánchez, al ser preguntada por esta cuestión en una rueda de prensa telemática tras el Consejo de Gobierno, en la que ha asegurado que las inspecciones en las residencias se están desarrollando con normalidad, aunque tras la declaración del estado de alarma se están haciendo a través del plan especial COVID-19.
Y aunque todavía no se cuenta con el informe de conclusiones, que se tendrá en próximas fechas, se está observando "que está habiendo una respuesta desigual por parte de las residencias en el cumplimiento de los requerimientos que dicta la norma", ha indicado la consejera.
En muchas ocasiones, las respuestas tienen que ver con la propia arquitectura de las residencias, ha señalado la titular de Bienestar Social, ya que se está poniendo de manifiesto la importancia del diseño arquitectónico de estos centros, a la hora de poder separar o reubicar a los residentes. En este sentido, ha avanzado que las conclusiones del informe van a ser muy importantes "en el futuro modelo residencial avanzado" que se va a poner en marcha.
La vuelta de las visitas
Por otra parte, a preguntas de los periodistas sobre cuándo podrán comenzar las visitas a las residencias de mayores, Sánchez no ha dado fechas pero ha indicado que la orden ministerial del 16 de mayo establece que podrá haber visitas a viviendas de mayores y a los centros residenciales de personas mayores y de personas con discapacidad, aunque solo en situaciones excepcionales.
En las residencias de mayores, cuando se prevea que una persona esté en el final de sus días o cuando tenga una descompensación (por ejemplo neurológica) se permitirá que estén con ella sus familiares, con unas condiciones de protección especiales, ha apuntado.
Pero siempre será en residencias que no haya positivos por COVID-19 o personas aisladas, y con todas las condiciones de protección, tanto para las familias como para los residentes.
Sánchez ha valorado que va a ser "un paso importante hacia la normalidad", sobre todo para las familias que "están pasándolo muy mal" porque no pueden visitar a sus familiares internos en estos centros y ha destacado que "desde la Administración estamos tremendamente preocupados y trabajando para que las cosas se hagan de la mejor forma posible y de que todas las soluciones beneficien a las familias, a las personas y sobre todo al conjunto de la sociedad".