Con la crisis del coronavirus muchas parejas se han visto obligadas a aplazar su boda, un momento que habían estado planeando con enorme ilusión durante los meses anteriores y que ahora tendrá que esperar un tiempo para celebrarse.

A pesar de la situación actual, en aquellos territorios que hayan pasado o que vayan a pasar a la fase 2, ya se pueden empezar a celebrar este tipo de eventos con un máximo de 100 personas en espacios situados al aire libre o de 50 en lugares cerrados. No obstante, tendrán que respetarse todas las medidas de higiene y seguridad establecidas por las autoridades sanitarias.

En concreto, será obligatorio el uso de mascarillas y el cumplimiento de la distancia de seguridad entre personas, así como la separación de dos metros entre mesa y mesa. Será altamente recomendable la desinfección de manos y se deberán evitar en todo momento los gestos de afecto que impliquen contacto personal, como besos o abrazos.

Francisco Javier Calero, director comercial de Bbc Senses, una empresa de Villarrobledo (Albacete) dedicada a la organización de eventos, señala que la primera boda programada ahora mismo es para finales de agosto, pero que "la mayoría de novios ha aplazado la suya para diciembre e incluso para el próximo año". "En total se han suspendido 40 o 50 eventos y todavía está en el aire la fecha definitiva", ha comentado.

Elena y Carlos, una pareja albaceteña que pensaba casarse en julio de este año, ha tenido que posponer su boda para mayo de 2021. El restaurante les ha ofrecido alternativas para celebrar el banquete, pero consideran que "después de haber organizado todo con tanta ilusión, no merece la pena pasar por el altar en estas condiciones, sobre todo, sin poder besar y abrazar a familiares y amigos".

Ambos creen que aplazar la boda ha sido un acierto, pues quieren que el recuerdo de ese día sea "especial" y "con esta situación, habría sido imposible". Sin embargo, otras parejas sí darán el paso a lo largo de las próximas semanas aunque tengan que esperar algo más para poder realizar una celebración por todo lo alto.

Tanto los novios como los profesionales del sector nupcial están trabajando en la búsqueda de opciones para que el día de la boda sea inolvidable. Eso sí, respetando todas las medidas de seguridad y sin olvidarse de la gravedad de la situación.