El sindicato CSIF de Castilla-La Mancha ha pedido que el regreso al trabajo presencial para los empleados públicos encuadrados en el colectivo de vulnerabilidad no se lleve a cabo hasta alcanzarse el final del plan de desescalada con la denominada nueva normalidad.

Según informa en nota de prensa, el Gobierno regional "está procediendo a incorporar presencialmente a sus puestos de trabajo a personal encuadrado dentro del colectivo definido como vulnerable, entre los que se encuentran personas con diabetes, enfermedad cardiovascular, hipertensión, enfermedad pulmonar crónica, inmunodeficiencia, cáncer en fase de tratamiento activo, embarazadas y mayores de 60 años".

Aunque los empleados públicos "pueden solicitar un informe" al Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la Administración regional para dictaminar que entran dentro del colectivo clasificado como grupos vulnerables para COVID-19, "únicamente están recibiendo un mensaje por correo electrónico en el que se les adjunta el informe que, de manera textual, señala que se le considera apto para la reincorporación efectiva a su puesto de trabajo".

Para CSIF "es evidente que los trabajadores que se han acogido a la categoría de grupo vulnerable son aptos para el puesto de trabajo, pero lo que no dictamina el informe del Servicio de Prevención es si los empleados son o no vulnerables y por tanto si deben ser objeto de especial protección para evitar ser expuestos al riesgo de contagio, además de que no se ha evaluado si los puestos de trabajo son seguros o suponen algún peligro para su salud".