La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) denuncia que la Consejería de Educación está procediendo a aumentar el número de alumnos por aula en la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) y Bachillerato de cara al próximo curso en diversos centros de la comunidad autónoma, una subida de ratios y supresión de líneas que impedirá mantener la distancia de seguridad de los escolares y estudiantes.
CSIF no sólo ha denunciado este recorte a la educación pública en un momento en el que debe afrontar una mayor inversión, sino que además "contradice la propia instrucción remitida el pasado 22 de junio a los centros en las que señalaba la necesidad de mantener una distancia de 1,5 metros en las aulas, además de marcar pautas como 17 alumnos para las aulas de 40 m2, 18 para las de 45 m2, 22 para las de 50 m2, 25 estudiantes para los espacios de 55 m2 y 27 alumnos cuando la clase tenga 60 m2".
La Consejería de Educación mantendrá para el próximo curso las ratios máximas de 25 alumnos en Primaria, 30 en Secundaria y 36 en Bachillerato, además de un posible aumento de 10 por ciento en caso de escolarizaciones sobrevenidas durante el curso. Amparándose en estas cifras, explica CSIF en un comunicado de prensa, la Administración regional está procediendo a fijar estos límites, "lo que conllevará un número menor de docentes en una situación que está provocando la indignación de los cuerpos directivos afectados".
El presidente del Sector de Educación de CSIF Castilla-La Mancha, José Antonio Ranz, cree que “el tiempo nos pone a cada uno en su sitio y parece que la Consejería opta por seguir con los recortes que sufre la educación pública de Castilla-La Mancha desde 2012. Es algo que no se puede permitir”.
CSIF ya expuso el pasado 25 de junio que es necesaria la contratación de 10.000 docentes más para afrontar con garantías sanitarias el regreso a las aulas, y es que además de que bajar las ratios es una obligación para luchar contra el coronavirus también lo es para apostar por la educación pública de calidad y para combatir la desigualdad social que provocan las clases masificadas.
En cambio, CSIF estima que se va a reducir en más de un 6% el número de docentes de cara al curso 2020-2021, perdiéndose más de 1.000 puestos de trabajo. Ranz apostilla que “la profesionalidad de los docentes ha conseguido que los alumnos de Castilla-La Mancha hayan acabado el presente curso con relativa normalidad, pero la Consejería nos tenía reservada una desagradable sorpresa que contraviene los protocolos sanitarios”.
CSIF se mantendrá vigilante para que se cumplan escrupulosamente las medidas de seguridad para evitar el contagio de coronavirus y no renunciará a ninguna medida para que la Consejería desista en su propósito de aumento de ratios.