La portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Blanca Fernández, ha asegurado que, a pesar del "estrés terrible" padecido estos meses para gestionar la sanidad, el Ejecutivo de Emiliano García-Page "ha cumplido con la obligación de informar al Ministerio de Sanidad de los fallecidos en las residencias castellano-manchegas.
Así ha reaccionado Fernández al ser preguntada por el informe que ha presentado el Ministerio a las comunidades autónomas en el que se reconoce que los datos de muertes en residencias no permiten su difusión por la calidad de los mismos; que una de las comunidades autónomas no ha notificado nunca los datos y otras no lo han hecho con la periodicidad exigida o lo hicieron fuera de plazo.
"Lamento mucho oír esto, supongo que en algunas comunidades autónomas habrán tenido tantos problemas como nosotros o más, porque esto ha sido un estrés terrible", ha admitido la portavoz.
Ha sido "muy complicado", ha reconocido Blanca Fernández, pero para el Gobierno de Castilla-La Mancha "siempre estuvo claro que había que comunicar muy bien qué estaba pasando en las residencias de ancianos, y por lo tanto siempre hemos tenido muy claro que había que comunicarlo periódicamente y que había que hacerlo bien", ha dicho.
Por eso, ha explicado, los datos no solamente se han comunicado al Ministerio, sino que se han hecho públicos "de manera periódica prácticamente diaria" de los casos positivos en residencias y de las personas que habían fallecido con síntomas compatibles al COVID-19.
Sobre la situación de las residencias en general, la portavoz ha dejado claro que el Gobierno castellano-manchego está preocupado por las personas mayores que viven en residencias ya que aunque "hayamos pasado lo peor", eso "no quiere decir que nos debamos confiar". Por eso, "aunque sabemos el sufrimiento que provoca decisiones como no permitir las visitas en residencias donde todavía hay casos COVID, yo creo que la prudencia debe prevalecer sobre todas las cosas".