El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha asegurado que tiene intención de seguir con las conversaciones con las formaciones políticas para la reforma del Estatuto de Castilla-La Mancha, pero ha advertido de que "en ningún caso" querría aprobar esa reforma teniendo en contra a los partidos constitucionalistas en el Congreso de los Diputados, en alusión a PP y Ciudadanos.
Durante una entrevista concedida a Europa Press, el jefe del Ejecutivo regional ha subrayado que el problema de la reforma del Estatuto de Castilla-La Mancha es que al PP solo le ha "preocupado" el aspecto vinculado a la Ley Electoral, "es decir, hacer trampas en las elecciones".
En este sentido, Page ha recordado que el Estatuto de Castilla-La Mancha fue el único que se cambió con los votos de un solo partido durante la legislatura de María Dolores de Cospedal, y fue así el único estatuto "frentista y tramposo". "Es que ni el de Ibarretxe", ha recalcado.
Para García-Page, cuando el PP habla del Estatuto "sólo echa cuentas sobre cómo puede ganar las elecciones y así es muy difícil llegar a acuerdos". En todo caso el presidente es partidario de seguir con las conversaciones con todos los partidos, eso sí, "sin hacer nada de manera unilateral".
"En ningún caso quiero aprobar el Estatuto teniendo en contra a los partidos constitucionalistas en el Congreso de los Diputados o con el apoyo de los independentistas; esa es mi debilidad, el no querer usar la mayoría de la investidura de Pedro Sánchez para aprobar pírricamente el estatuto con Torra o Rufián, pero también es mi fortaleza saber que ese nuevo Estatuto contaría con el respaldo de los partidos de centro y constitucionalistas", ha concluido.