La Consejería de Desarrollo Sostenible, a través de la Dirección General de Medio Natural y Biodiversidad, ha informado de que este sábado, 22 de agosto, se ha abierto la 'media veda' en Castilla-La Mancha, un periodo especial en el que se autoriza la caza de las especies migratorias de carácter estival como la paloma torcaz, codorniz y la tórtola común.
Como ha explicado el director general de Medio Natural y Biodiversidad, Félix Romero, "este es un periodo muy esperado por los cazadores de la región, se empieza a autorizar hoy y se extiende hasta mediados de septiembre". Así la paloma torcaz y la codorniz mantienen los periodos de caza como la temporada anterior, según ha informado la Junta en nota de prensa.
De esta manera, la codorniz podrá cazarse del 22 de agosto al 15 de septiembre, ambos inclusive. Y en Serranía Alta (Cuenca) y Alcarria Baja (Guadalajara) del 29 de agosto al 15 de septiembre, ambos inclusive. Los días hábiles son los jueves, sábados, domingos. En cuanto a la paloma torcaz, del 22 de agosto hasta el 22 de septiembre, ambos inclusive y también jueves, sábados, domingos.
Respecto a la tórtola común, "una especie que sufre un declive significativo en sus poblaciones en la región y en la península ibérica, en consonancia con las propias recomendaciones de la Unión Europea, desde el Gobierno hemos reducido tanto el cupo de capturas", ha dicho Romero, salvo que, en la resolución aprobatoria del plan de ordenación cinegética, se establezca uno inferior, "en cuyo caso se estará a lo que prevea dicha resolución".
Además, se limita la caza a cuatro días, del 29 de agosto al 6 de septiembre, cesando la actividad a las 12.00 horas. Los días hábiles son los sábados y domingos.
Entre las novedades de esta temporada, como ha señalado Romero, se permite la caza de estas especies también la de urraca, zorro y paloma bravía, esta última como novedad este año. Otra novedad es que, una vez finalizado el periodo de media veda, los cotos de caza deberán presentar el resultado global de esta actividad cinegética, mediante la presentación del formulario recogido en el Anexo IV de la Orden de Vedas.
Observatorios de caza mayor
Por otro lado, Félix Romero ha informado acerca de la puesta en marcha en colaboración con el IREC de una Red de Observatorios de caza mayor, que se suma a otros trabajos de análisis de sobrepoblación de ciertas especies en ciertas zonas de la región como conejo, jabalí o ciervo. Esta Red de Observatorios de caza mayor parte de la caracterización ambiental del territorio y del estatus poblacional de las especies de ungulados silvestres, diferenciándose hasta siete tipologías de cotos de caza mayor en la región.
Como ha apuntado el director General, "el IREC ha realizado un estudio previo para establecer esa Red en toda la región, que estará compuesta por cotos de caza, la mayor parte en terrenos de Montes de Utilidad Pública". "Lo que se persigue con esta Red es obtener unos censos a largo plazo, que se realizarán cada dos años, y que nos permitirán estudiar tendencias poblacionales de las distintas especies cinegéticas de caza mayor, así como cálculo de densidades", ha explicado.
Estos programas de monitorización se establecen sobre una selección de territorios representativos de los diferentes escenarios cinegéticos y ambientales de Castilla-La Mancha en los que aparecen las especies cinegéticas sobre las que se pretende focalizar los mayores esfuerzos de monitorización tomando en consideración cotos de características ambientales, manejo y tendencias poblacionales similares con el fin de diseñar un plan de monitoreo que permita distribuir eficazmente el esfuerzo de muestreo en un grupo seleccionado de cotos y aplicar sus resultados al resto de la Comunidad Autónoma.
"Para establecer planes de gestión eficaces es preciso conocer el tamaño de las poblaciones, su evolución y valorar cómo responden a las diferentes estrategias de extracción, información que solo se puede obtener mediante un programa de monitorización poblacional bien establecido en cuanto a diseño, metodología e implementación", ha apuntado Romero.
Y ha concluido apuntando que los datos obtenidos se aplicarán directamente en la gestión responsable de estas poblaciones, que ha de ir encaminada a garantizar el equilibrio ecológico y la calidad de las poblaciones y a minimizar los posibles conflictos como problemas sanitarios, daños a la agricultura o accidentes de tráfico. Para ello, se deben ajustar tasas de extracción con criterios técnicos en el marco de una gestión cinegética sostenible.